Perú, Jueves 12 de Setiembre de 1996

LA VERDADERA HISTORIA DE LA CAPTURA DEL SIGLO (1era. PARTE)

El relato de la detención de Abimael Guzmán según uno de sus principales protagonistas

"Así fue la Operación Victoria"

Como si se tratara de una historia prohibida, durante algunos años circuló clandestinamente la versión de la detención de Abimael Guzmán, según el relato escrito por el jefe del equipo de agentes del Grupo Especial de Inteligencia, GEIN, el actual coronel PNP Benedicto Jiménez Baca.

Para evitarse problemas -puesto que el SIN no aparece en la siguiente historia como "artífice" de la captura del siglo-, el alto oficial no niega ni acepta la autoría del trascendental documento.

De hecho, la increíble desactivación del GEIN, y el envío de Jiménez Baca a la agregaduría policial en Panamá, no representan la gratitud del país hacia los policías que hicieron posible la detención de Guzmán.

Publicar la historia del "Plan Victoria" que condujo al desbaratamiento de la cúpula senderista, según la narración de su principal protagonista, es una muestra de agradecimiento por aquella captura que se produjo hace exactamente cuatro años, el 12 de setiembre de 1992.

Inicio de la "Operación Victoria"
EL GEIN elabora el Plan de Operaciones de Inteligencia Contraterrorista denominado POICT VICTORIA 92, basado en sus conocimientos de la ideología, organización y aparato militar de Sendero Luminoso, y con la acumulación de pistas obtenidas durante la ejecución de las diferentes operaciones realizadas por la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (Dincote) las mismas que en junio de 1990 permitieron la caída del "Departamento de Apoyo Organizativo" (DAO) y del "Grupo de Apoyo Partidario" (GAP).

La misión general del plan era la captura de la cúpula senderista durante la realización de la "Tercera Sesión Plenaria del Comité Central".

Pero la misión específica de esta operación era lograr la captura del llamado "Comité Permanente", que estaba integrado por "Gonzalo" (Abimael Guzmán), "Miriam" (Elena Iparraguirre Revoredo) y "Feliciano" (Oscar Ramírez Durand), líderes de la organización.

Las pistas del "Plan Victoria"
La operación se tenía que iniciar como todas las demás que el GEIN había ejecutado, seleccionando un blanco-objetivo, es decir, elegir una persona de niveles intermedios, y que se tenga la seguridad de su vinculación con la dirigencia senderista.

La pregunta era cómo lograr la misión. No era nada fácil. Los servicios de inteligencia de todas las fuerzas del orden jamás habían logrado algo semejante, pese a contar con todo el personal disponible, con sofisticados equipos y apoyo económico suficiente y, sobre todo, contaban con todo el tiempo del mundo.

Pero la situación política, social y económica del país era diferente en 1992 y no se podía confiar en los servicios de inteligencia para que ubiquen el lugar y la fecha donde se realizaría la "Tercera Sesión del Congreso".

La situación del GEIN, era en ese momento la siguiente:

1.- De una pequeña organización nacida a fines del gobierno de Alan García, con apenas cinco investigadores, sin recursos técnicos ni económicos, había pasado a convertirse en la unidad élite no sólo de la Policía, sino también de todas las Fuerzas Armadas. Los hechos así lo demostraban. Aplicando una nueva metodología en la lucha contra las organizaciones terroristas, había logrado muy buenas capturas en poco tiempo y sin ser una carga económica para el gobierno del presidente Fujimori. Sin necesidad cometer abusos ni atentados contra los Derechos Humanos, se golpeaba contundentemente las estructuras de Sendero Luminoso, la organización terrorista más letal del mundo.

2.- La GEIN se encontraba preparada para efectuar la misión más difícil que hasta ese momento habían realizado, conocían al enemigo, sabían sus virtudes y sus defectos.

3.- Era la gran oportunidad de lograr el objetivo o misión partiendo de las pistas que se tenía.

Tras los pasos de "Gonzalo"
La evaluación de las pistas se realizaron durante varios días, la conclusión tenía que ser simple y no compleja, por los siguientes motivos:

1.- Se llegó a la seguridad que el "camarada Manuel" (Luis Alberto Arana Franco), el cuatro de abril, había tenido una reunión con "Gonzalo" en algún lugar de Lima, donde vivía en compañía de la "camarada Mirian" (esta conclusión se desprendió del análisis de la documentación incautada).

2.- Ubicar el vehículo de color granate que salió la noche del cuatro de abril de la cochera ubicada al costado del teatro Marsano. (El 4 de abril, "Manuel" ingresó a ese lugar con otro sujeto, inmediatamente salió el vehículo granate, y cuando se verificó en el interior de la playa de estacionamiento, Manuel y el otro sujeto no se encontraban).

-Ubicar a los sujetos ("Zorro" y "Lolo", alias de Carlos Incháustegui Degola) que en la "Operación Huascaura", hicieron contacto con el "camarada Manuel" (Luis Alberto Arana Franco). Se llegó a la conclusión que eran piezas claves para llegar a los niveles superiores de la estructura senderista.

Las tareas estaban dadas y se pone en ejecución la Primera Fase de la Operación Victoria, pero también se sabía que no teníamos mucho tiempo. Cada día que pasaba debería tenerse en cuenta sus veinticuatro horas, es decir, el GEIN asume el reto de redoblar esfuerzos para lograr la misión de la Operación. Se escuchaba decir a sus integrantes: "Nos gustan las cosas difíciles, porque el éxito no nos embriaga".

Las fotos de "Lolo" y "Zorro".
Se tenían las fotografías de "Lolo" que fueron tomadas cuando se encontró con "Manuel", en mayo último, en el distrito de San Isidro y otras tomadas el cuatro de abril en Barranco y Miraflores.

Del "Zorro" también se tenía algunas fotos tomadas el cuatro de abril en la avenida Brasil, en el centro comercial Risso, en Barranco y Miraflores.

Luego que se investiga a los propietarios y empleados de la cochera ubicada al costado del teatro Marsano, en Miraflores, se llega a determinar que era muy posible que no se encuentren vinculados con Sendero Luminoso. Se procedió, entonces, a conversar con ellos corriendo algún riesgo.

La playa de estacionamiento pertenecía a una asociación de profesores llamada "SESDIS", ubicada en la calle General Suárez N 451, Miraflores. Los directivos que se encontraban a cargo de este local, no proporcionaron ningún detalle por desconocimiento, pero cuando se conversó con los vigilantes de la playa del turno de la mañana, estos refirieron que no conocían ni a "Lolo" ni a "Zorro".

Sin embargo, en horas de la noche, se retornó al lugar y ubicamos a los vigilantes del turno nocturno, pero ninguno de los dos vigilantes recordaba a las personas que nos interesaban.

El carro era otro detalle, pero en los libros de control de vehículos que guardan en ese lugar en forma regular, no se encontraba ningún carro de color granate.

Uno de los vigilantes, nos dijo: No solamente guardan sus carros en este lugar aquellas personas que están registradas, también lo hace cualquier persona que por necesidad, lo guarda por un momento y ese pudo haber sido el caso.

Pero, por el tiempo transcurrido, el talonario de facturas de esa fecha habían sido enviados a las oficinas de los propietarios de la playa, ubicada en el distrito de Lince. Como era de noche, no se podía verificar hasta el día siguiente. Los oficiales del GEIN antes de salir de la playa constataron que no a todos los usuarios le entregaban factura.

El Hyundai granate
Los dos oficiales del GEIN, desde muy temprano, ubicaron en Lince la oficina de los propietarios de la playa de estacionamiento. Un profesor en retiro muy gentilmente los atendió al saber que se trataba de policías de la Dincote.

"Señores, el archivo de la playa de estacionamiento se encuentra al frente de ustedes, pueden buscar todo lo que les interesa, y les pido que disculpen el desorden, pero no hemos tenido tiempo de ordenarlos". Fueron las palabras del profesor. Los oficiales se miraron uno al otro mientras escrutaban aproximadamente diez bolsas grandes que contenían los documentos que les interesaban.

Era una larga tarea hasta llegar a encontrar el talonario del día cuatro de abril de ese año, esperando que el vehículo que se buscaba lo hubiesen registrado en esa oportunidad.

Luego de tres horas, recién se tenía en la mano el talonario del cuatro de abril, resultaba que en esa fecha habían ingresado un promedio de ochenta vehículos, figurando en los talonarios los números y letras de las placas pero no el color de carro y el nombre del propietario, la ventaja era que también se encontraba registrada la hora de ingreso y salida. Cuando los oficiales pensaron que había terminado esa tarea, la secretaria del lugar les dice que no se confíen, porque es posible que exista otro talonario entre las bolsas de esa misma fecha. Nuevamente, tuvieron que revisar bolsa por bolsa, recién a las cinco de la tarde, la tarea estaba terminada: era sólo un talonario.

Los días pasaban y se acercaba la fecha del evento senderista, los servicios de inteligencia de las fuerzas del orden no encontraban ninguna pista que les permita aproximarse a indicar el lugar donde se realizaría, pero el GEIN continuaba con lo planificado.

Recién el catorce de julio, la oficina de fichas y registros del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, entregó los nombres de los propietarios y demás características de los vehículos que el cuatro de abril ingresaron a la playa de estacionamiento.

La sorpresa se dió al aparecer en los resultados que solamente fueron siete vehículos de color granate y uno de ellos correspondía a la hora exacta que se observó salir en esa oportunidad. El documento indicaba lo siguiente:

Placa: KQ-4805
Clase: Automóvil
Motor: KMHVF21MPU202398
Modelo: G4DGL 603671
Modelo: Excell
Color: Granate
Carrocería: Sedan
Marca: Hyundai
Año : 1,991
Propietario: Carlos Andrés INCHAUSTEGUI DEGOLA
Identificación: Libreta electoral N 09433061
Domicilio: Manuel Pardo N 456

Se había logrado determinar exactamente el automóvil que se buscaba, e identificar a su propietario. La tarea inmediata era ubicar el carro y a Carlos Inchaústegui.

Se notaba una seguridad en los agentes del GEIN que por intermedio de esas pistas llegarían al cumplimiento de su misión, sin interesarles las informaciones que recibían del Sistema de Inteligencia, las que no encajaban en nada con lo que venían haciendo.

Buscando a Zorro
Para ubicar al vehículo, se tenía primero que saber el paradero del propietario que correspondía al nombre de Carlos Inchaústegui, resultaba que éste sujeto no registraba ningún tipo de antecedentes policiales ni judiciales. El registro electoral nos proporcionó una fotografía de 1989, con los siguientes datos:

Libreta electoral : 09433061
Libro: 047166
Fecha de nacimiento: 31 de mayo de 1960.
Lugar de nacimiento: Chiclayo, Lambayeque.
Padre: Máximo Alberto e Imelda.
Estado Civil: Soltero
Estatura: Metro sesenta y tres
Domicilio: Jr. Manuel Pardo N 456

Lugar de inscripción: Cercado de Lima.

Se comenzó la búsqueda de Carlos Inchaústegui. En todo Lima existían un promedio de seis jirones Manuel Pardo, pero en el Cercado, existía el N 456. Se trataba de una antigua casa cuyo propietario era una familia que no tenía ninguno de los dos apellidos del sujeto buscado.

Sin despertar sospecha que se trataba de policías que intentaban ubicar a Carlos Inchaústegui, una señora de edad que ocupaba la casa indicada, contó a los oficiales del GEIN que desde hace diez años la familia Inchaústegui había abandonado la casa y que solamente sabía que una hermana de ellos estaba viviendo en el distrito de Los Olivos, pero desconocía la dirección exacta; resultaba que en una oportunidad se encontró con ella y le mencionó lo que contaba.

Por otro lado, policías de la ciudad de Chiclayo, indagaron sobre el paradero de Carlos, llegando a saber por versión de un familiar de éste, que desde hace cinco años no sabían nada de él, incluso lo daban como desaparecido.

La posibilidad de ubicar a Carlos, se mostraba cada vez más difícil. De pronto se llegó a pensar que la mujer que manejaba el vehículo Hyundai el cuatro de abril, podría ser la hermana que viviría en Los Olivos.

El registro electoral proporcionó el nombre de la hermana que correspondía a María Ymelda Inchaústegui Degola, con domicilio en el Jr. Ucayali N 5400 de la urbanización Villa del Norte en Los Olivos. Al llegar el GEIN a esta dirección, se trataba de una casa de religiosas donde vivía la hermana de Carlos por ser integrante de esa congregación, pero en esos días se encontraba fuera de la ciudad.

Era una posibilidad también de poder ubicar al hermano, pero los que conocían a María Ymelda contaron que a ella jamás la habían visto en un carro Hyundai color granate y que incluso no sabía manejar carro. Estos elementos llevaron a descartar que la hermana podría haber sido la mujer que el cuatro de abril manejó el auto. Solamente quedaba seguir buscando más pistas sin perder la paciencia.

Cada vez más cerca
Se seguía buscando la pista ideal. De pronto se tomó en cuenta la casa de la urbanización San Antonio de Miraflores, aquella casa que el "camarada Manuel" había alquilado para colocar un anexo de la academia César Vallejo. Su detención se produjo antes que la utilizara.

Se predecía que algo interesante nos podía indicar la investigación de este inmueble. Nuevamente, los dos oficiales se dirigieron en horas de la mañana a este domicilio del Jr. General Silva N 461. Se tenían las llaves de las puertas, sin embargo cuando se intentó ingresar, las llaves no correspondían, habían sido cambiadas las cerraduras por unas nuevas, así nos dijo un vigilante que cuidaba toda la zona.

Nos dijo algo interesante: cuando le preguntamos qué personas vivieron en la casa antes que el "camarada Manuel", dijo: "Eran una pareja de esposos, él con unos treinta años de edad, raza mestiza, un metro sesenta de estatura, con barba al estilo de Lenin. Al parecer era ingeniero porque siempre se le veía con unos planos en la mano. Ella, de unos 28 años, alta, de pelo un poco claro, de tez blanca, delgada y tenían un auto color granate, pero no recuerdo la marca, pero es parecido a un Toyota. Ella siempre manejaba el auto. Lo raro era que nunca conversaban con los vecinos y él, cuando retornaba de la calle, no ingresaba directamente a la casa. Primero daba varias vueltas a la manzana, como si alguien lo siguiera. Se mudaron de la casa hace tres meses aproximadamente y nunca más los he visto".

Las características de este sujeto eran casi las mismas de Carlos Inchaústegui, al igual que del auto que buscábamos. Inmediatamente, los dos oficiales se dirigieron a las oficinas del GEIN y buscaron entre la documentación inacautada a "Manuel" y lograron encontrar el contrato de alquiler de la casa del Jr. General Silva N 451. Este documento permitió conocer a la propietaria del inmueble, quien al ser vista por los dos oficiales del GEIN, les dijo:

"Hace una semana recién me enteré que mi casa había sido intervenida en junio por la Dincote, por eso busqué un cerrajero para que cambie las cerraduras de las puertas de ingreso y he dejado a un familiar para que me cuide la casa hasta encontrar otra persona que se interese en alquilarla. Pero él para mayormente en las noches. Los anteriores inquilinos era una pareja de esposos, él había sido compañero en la universidad, cuando ambos estudiaron arquitectura. Él se llama Carlos Inchaústegui Degola, pero no recuerdo el nombre de ella".

Cuando los oficiales escucharon a la señora mencionar el nombre de Carlos Inchaústegui, no resistieron la emoción y ambos se dieron un apretón de manos como diciendo: estamos en la ruta correcta y nadie nos detendrá hasta ubicarlos. Antes de retirarse de la casa de La Victoria, la señora les preguntó si había problema con alquilar de nuevo el domicilio del Jr. General Silva. Ellos le respondieron que podía hacerlo. La experiencia de estos dos oficiales les permitía concluir que la reunión que tuvo el "camarada Manuel" con "Gonzalo" el cuatro de abril, había sido en la casa de la Urbanización San Antonio, y que la mujer que manejaba el vehículo granate que salió de la playa de estacionamiento fue la esposa de Carlos Inchaústegui.

El contrachequeo
ÀQuién era Carlos Inchaústegui? Era la pregunta que se hacían los oficiales al retornar a las oficinas del GEIN, luego de conversar con la dueña de la casa de la Urbanización San Antonio. Al llegar a las oficinas, ingresaron a la sala de revelados de fotografías y sacaron varias fotos de Carlos Inchaústegui, las que fueron obtenidas del registro electoral. Con un lápiz negro le colocaron bigote y barba. Al ser comparadas con las fotos del sujeto que servía de "contrachequeo" el cuatro de abril a "Manuel" y al "Zorro", se concluyó de que se trataba de la misma persona.

El "contrachequeo" y Carlos Inchaústegui eran uno solo.

Las conversaciones con la señora y con el vigilante permitieron establecer este detalle importante.

La nueva hipótesis era que Inchaústegui y su esposa sabían dónde estaban "Gonzalo" y "Mirian", y posiblemente los demás integrantes del Comité Central de Sendero Luminoso.

La última vez que Carlos Inchaústegui fue visto por los agentes del GEIN fue en mayo, cuando se perdió en un taxi por la avenida Villarán, en Surquillo.

Por otro lado, se tenía que encontrar el carro Hyundai. Todo el GEIN sabía de la importancia de éste vehículo y siempre estaban atentos.

Contacto en Surquillo
Durante la noche del 25 de agosto, se retornó a dicho inmueble en compañía del jefe del GEIN. Al llegar al lugar y antes de tocar la puerta de la casa, se nos acercó el vigilante de la calle con quien habíamos conversado.

Inmediatamente un oficial sacó las fotos de Inchaústegui del auto y se las enseñó. El vigilante sin titubear, dijo que se trataba de la misma persona que hasta mayo vivió en esa casa, señalando el inmueble del Jr. Silva N 461. En ese momento, una joven salió de la casa, y dijo ser familiar de la propietaria y que cuidaba el inmueble hasta que fuese alquilado.

El nos permitió ingresar y revisar el interior, mientras paseábamos por las habitaciones, le enseñamos las fotos y también lo identificó como la misma persona que vivió en esa casa y otra. Al día siguiente, los dos oficiales se sentían descontentos por que eran conscientes que no tenían mucho tiempo, y que la oportunidad de ubicar a "Gonzalo", "Miriam" y a otros integrantes del Comité Central, se les escapaba de las manos.

De pronto, decidieron retornar a la casa de la Urbanización San Antonio porque algo había quedado suelto. Encontraron otra vez a quien estaba cuidando la casa, y sin que le preguntaran algo, relató:

"Tenientes, Carlos Inchaústegui y yo nos conocemos hace unos años por intermedio del hijo de la dueña de la casa, quien es mi tía. Ayer no les dije que me encontré con Carlos Inchaústegui, hace una semana, por la avenida Villarán de Surquillo. Nos saludamos, y me dijo que estaba viviendo por esa zona. Él llevaba una bolsa de pan como hubiera salido a comprar. Despues no he vuelto a verlo".

Los oficiales recordaron que vieron por última vez a Inchaústegui fue precisamente por esa zona.

Desde esa fecha los equipos del GEIN se ubicaron en toda la zona que comprendía las avenidas Aviación, Villarán y Tomás Marsano: el objetivo era ubicar a Carlos.

El primer día de observación no se logró nada, entonces se decidió reducir la zona de vigilancia y se empiezó a controlar las entradas y salidas de la Urbanización Los Sauces, cuya principal arteria era la avenida Villarán.

A las siete de la mañana del día siguiente, mientras unos agentes del GEIN observaban una de las panaderías de la Av. Villarán, se percatan que había entrado el hombre buscado. Inmediatamente comunican por radio lo siguiente: "Lolo (Incháustegui) ha ingresado a la panadería de la avenida Villarán, se encuentra vestido con un saco de piel de alpaca, tiene puesto su gorra tipo Jorge Chávez y lleva una pequeña mochila".

Al identificar a Carlos Inchaústegui, inmediatamente los agentes rodearon la zona de la panadería, esperaban su salida para iniciar el seguimiento. Todos escuchaban atentos, listos a la comunicación del agente que lo había ubicado.

A los pocos minutos se ve salir a "Lolo" con dirección a la Urb. Los Sauces, camina unas cuantas cuadras y siempre mirando hacia atrás para asegurarse que nadie lo siga. Los agentes, conocían estos movimientos y siempre pasaban inadvertidos. "Lolo", nombre con que se le conocía en la operación, continuaba caminando hasta ingresar a un domicilio.

"Ya tenemos la casa, que el personal se retire de la zona, nosotros estamos controlando la salida", se escuchaba por las radios. En esos momentos, se tenía la casa de Carlos Inchaústegui, era un edificio de dos plantas, con cochera y sin visión al interior. El acceso era difícil en caso de ejecutarse una intervención...

LA VERDADERA HISTORIA DE LA CAPTURA DEL SIGLO (2a. PARTE)