Introducción
Todos los días en El País y otros periódicos de España leemos titulares como estos: Interceptada en Cádiz una patera con 30 ‘sin papeles’, Desmantelada en Madrid una red que explotaba inmigrantes; Cuarto intento de entrada de inmigrantes a Melilla en una semana; 65 inmigrantes aprovechan la lluvias para entrar en Melilla; Un cayuco con 93 hombres llega a Gran Canaria; Interceptada una patera con 38 inmigrantes en Cádiz. Youtube: No paran de llegar
Youtube: Manu Chao: Clandestino Se estima que el número de inmigrantes en situación irregular en España podría llegar a 600.000, la mayoría de los cuales se quedan en las grandes ciudades, como Barcelona y Madrid, en un limbo jurídico que no les permite regularizarse ni ser deportados. Muchos inmigrantes ilegales también trabajan en la agricultura, sobre todo en el sur de España y Valencia. El sector doméstico es donde trabaja regular o irregularmente la mayoría de las mujeres migrantes. Muchas, incluso, se ven obligadas a prostituirse. Tradicionalmente, ningún otro país ha sido el destino de inmigrantes, legales e ilegales, de todo el mundo como los Estados Unidos. Por su posición geográfica, muchos son de México, Cuba y Centroamérica. Desde Tijuana en el Pacífico a Matamoros en el Atlántico, hay una frontera que se extiende unos 3.200 kilómetros y atraviesa valles, desiertos, alturas. A partir de Ciudad Juárez se convierte en el mítico Río Bravo, conocido en el norte como río Grande. Se estima que hay alrededor de 12 millones de inmigrantes ilegales en el país. Todos los años, aproximadamente un millón de personas intenta entrar de una manera u otra a los Estados Unidos, por algún lugar de esos 3.200 kilómetros, de los cuales solo un 10% tiene éxito. Entre 400 y 500 personas mueren anualmente en el intento. Youtube: The Latino Comedy Project's "300" Tal como España, los Estados Unidos también tratan de blindar su frontera del influjo ilegal de migrantes. En 2006 el Senado aprobó un proyecto de ley de control de protección fronteriza, antiterrorista e inmigración ilegal. Con esta ley se pretendía endurecer las medidas contra la inmigración. El proyecto inicial, que se concibió después del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, preveía la construcción de una barrera de 3.200 kilómetros que debía abarcar toda la frontera y contar con dos murallas paralelas de acero y alambres de púa electrificados, separadas entre sí por 100 metros de tierra yerma. Además se planeaba un sistema de alta tecnología con cámaras de video y sensores térmicos para la noche. El exorbitante coste del proyecto y las protestas de defensores de derechos humanos, organizaciones de protección de la naturaleza y otros grupos, sin embargo, han retrasado la construcción y han hecho necesarias muchas modificaciones del proyecto original. Por eso solo se construyó una pequeña porción de la valla hasta finales del año 2008. Youtube: Muro Fronterizo entre Estados Unidos y Mexico El río de inmigrantes ilegales rumbo a la frontera norte de México ha creado una verdadera industria de “polleros” o “coyotes”, en otras palabras mafiosos especializados en cruzar indocumentados al otro lado de la línea. Nadie cuenta la gran cantidad de desafortunados perdidos en el desierto que mueren por deshidratación, insolación, hipotermia o agotamiento. Algunos son víctimas de bandas de asaltantes especialistas en saquear indocumentados, traicionados por algún “pollero” inexperto que se equivocó de camino y decidió salvarse solo, ahogados en el Río Bravo/Grande o en otros ríos tributarios. La mayor tragedia en la historia de Estados Unidos sucedió el 14 de mayo de 2004 con 80 inmigrantes indocumentados (la mayoría de origen hondureño) que iban a cumplir el último tramo de su odisea desde Harlingen, Texas, a Houston. El camionero que los transportaba no hizo caso a los pedidos de los pasajeros que, en plena oscuridad, comenzaron a asfixiarse por la falta de ventilación y el calor. Finalmente el chofer desenganchó la carga, abrió las puertas y escapó en el camión, dejando atrás 19 muertos por asfixia, sed y espanto.
No solo son mexicanos los que tratan de entrar ilegalmente en EE UU. Por ejemplo, unos 10.000 cubanos cruzaron México en 2007 para acceder a EE UU, según fuentes de Inteligencia. Cada vez más cubanos utilizan esta vía, amparándose en la reglamentación denominada “pies secos”, según la cual, al alcanzar territorio firme estadounidense, los inmigrantes reciben de forma automática la autorización para permanecer en el país. Después de lograrlo pueden optar a la residencia, lo que no se aplica si son interceptados en el mar. Por ejemplo, los balseros cubanos que intentan cruzar el Estrecho de la Florida en pequeñas embarcaciones improvisadas o los que pagan mucho dinero a traficantes mafiosos no pueden ni siquiera aspirar a esos beneficios. El caso más espectacular probablemente es el de Elizabeth Brotón, quien se embarcó3 con su hijo Elián y otros 12 pasajeros en una lancha clandestina con el propósito de llegar a Miami. El bote zozobró en pleno Estrecho y solo se salvaron el niño Elián y una pareja de jóvenes, gracias a la ayuda de dos pescadores estadounidenses. El rescate de Elián fue el comienzo de una agria disputa entre familiares y políticos en los dos lados del Estrecho. Youtube: Balseros Cubanos La inmigración ilegal también es uno de los negocios más rentables en Guatemala. La indiferencia, la incapacidad o la abierta complicidad de las autoridades han convertido al país centroamericano, transcurridos doce años de los acuerdos de paz, en una nación que no puede ofrecer a sus habitantes las oportunidades necesarias para vivir con un mínimo de dignidad. Esta circunstancia hace que poblaciones enteras, particularmente de los sectores rurales, busquen en EE UU fuentes de ingreso. Ante las dificultades casi insalvables de obtener un visado, muchos jóvenes deciden jugarse la vida en manos de las bandas de coyotes, quienes, por una cantidad que oscila entre los 4.000 y los 5.000 dólares, ofrecen llevarlos a través de México para alcanzar el llamado “sueño americano” y donde tienen contactos que les proporcionarán el ansiado trabajo. Estos guatemaltecos atrevidos venden o empeñan sus escasas propiedades para iniciar una aventura que, en la mayoría de los casos, termina con la repatriación. Otros menos afortunados se mueren por insolación y sed en el desierto, donde los coyotes los abandonan a su suerte, no sin antes robarles cuanto objeto de valor puedan llevar consigo. A las mujeres las someten a toda clase de vejaciones, desde violaciones hasta su venta en prostíbulos de la zona fronteriza entre EE UU y México. Si regresan a Guatemala repatriados, vuelven humillados y con deudas impagables a tal extremo que intentan de nuevo la travesía las veces que haga falta. No hay estadísticas, pero se estima que entre 80 y 100 guatemaltecos intentan diariamente aspirar al sueño americano. Según cálculos de la embajada de Estados Unidos, alrededor de 1,2 millones de guatemaltecos residen y trabajan en el país del norte. Youtube: El norte (Trailer) Youtube: Sin nombre (Trailer) El asedio inmigratorio no es solo un problema de países “desarrollados” o “ricos”. Dondequiera que exista o se perciba un desequilibrio económico o de oferta de trabajo, se produce el proceso migratorio, de Haití a la República Dominicana, de la República Dominicana a Puerto Rico (y de ahí a los EE UU), de Nicaragua a Costa Rica o a Panamá, del Perú a Ecuador, de Burkina Faso a Ghana. La lista es casi interminable. |