Llena los espacios con la forma correspondiente del verbo en paréntesis. (En este ejercicio no se trata solamente del presente y pasado de indicativo.)

Gap-fill exercise

Fill in all the gaps, then press "Check" to check your answers. Use the "Hint" button to get a free letter if an answer is giving you trouble. You can also click on the "[?]" button to get a clue. Note that you will lose points if you ask for hints or clues!


“Ay hermano, siento que el corazón se me (salir) por la boca. Usted no sabe lo que es tener que salir corriendo para que no lo (matar) y, después escuchar los gritos de los peladitos, de mis dos hijitos a quienes me los quemaron vivos sin que yo (poder) hacer nada”.

Él y otros cientos de goajiros, tuvieron que caminar por más de 24 horas hasta la frontera con Venezuela, para que la muerte no los (alcanzar).

Durante muchos años, la Bahía de Portete sirvió para que barcos provenientes de Aruba, Curazao y otras islas, (descargar) allí licores, cigarrillos, quesos, etc., de contrabando.

“Antes de que (llegar) los ‘paracos’ había días en que atracaban hasta cuatro barcos.

Y antes de que el policía (poder) decir algo, los ‘paracos’ agarraron sus armas, se subieron a la camioneta en la que viajaban y se fueron”.

El jefe de los irregulares llamó a un niño y le dijo que (ir) a invitar al oficial para que se (tomar) unos tragos juntos.

Cuando los wayuu descubrieron las verdaderas intenciones de los paramilitares que era el servir de protección para que los narcotraficantes (poder) enviar sin problema alguno sus cargamentos de droga al exterior por el muelle de Portete, ya fue demasiado tarde.

“Como ‘Chema Bala’ no estaba allí, los paramilitares se comunicaron con él por radio y le dijeron lo que (hacer) su hermano, y éste dio la orden para que en ese mismo momento (matar) a su hermano y al otro joven”.

“Hasta ahora nadie ha dicho nada oficialmente, ni el gobierno colombiano, quien niega que (ocurrir) el exterminio de nuestros hermanos, ni el gobierno venezolano, sobre nuestra situación. Todos dicen que (estar evaluando) el problema”, añadió Juchi.

“Queremos que el presidente Uribe que tanto ayuda a los paramilitares, (saber) que nosotros sí existimos, que somos seres humanos aunque a él no le (gustar) y que haremos respetar nuestros derechos, aunque para ello (tener) que morir cientos o miles del pueblo wayuu”, sentenció Juchi.

Mientras los niños corren de un lugar a otro y las mujeres reclaman donaciones de hamacas o chinchorros para que (poder) dormir, los hombres wayuu hablan en voz baja, se reúnen y planifican, pero, por sobre todas las cosas, se apoyan unos a otros. Aunque en sus rostros sólo se (percibir) la tristeza y el dolor, están convencidos que tarde o temprano (recuperar) sus hogares.