Mi amigo Ernesto siempre se niega a ver la realidad aunque fuera de lo más obvia, y cuando le mostré el reporte me contestó que (dudar) que el consumo de alcohol (estar) en alza entre los adolescentes. También dudaba que el porcentaje de estudiantes hispanos que eran bebedores compulsivos (ser) aproximadamente el doble del porcentaje de estudiantes afroamericanos o blancos no hispanos. Tampoco creía que el alcohol (matar) a más adolescentes que todas las drogas ilegales combinadas.
Categóricamente rechazó la observación que el incremento de las enfermedades sexualmente transmitidas en gran parte se (deber) al abuso del alcohol y que los adolescentes (ser) más propensos a involucrarse en comportamiento sexual riesgoso cuando han ingerido alcohol, y que (estar) menos inclinados a practicar sexo seguro.
Tampoco consintía en que el suicidio (prevalecer) más, y que los daños cerebrales causados por el alcohol (contribuir) al bajo rendimiento escolar y laboral.
No pensaba que una de las mayores causas de heridas y muerte de adolescentes (ser) la violencia interpersonal.