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Fallece la joven mexicana sometida a dos trasplantes en EE.UU.


Jesica Santillán.
Jesica Santillán.   

22 de febrero, 2003

Actualizado: 6:41 PM hora de Nueva York (2341 GMT)

DURHAM, Carolina del Norte (CNN) -- Los médicos del Hospital de la Universidad de Duke declararon muerta este sábado a la adolescente mexicana Jesica Santillán, que fue sometida a dos trasplantes de corazón y pulmones en Estados Unidos. 

"Desde las 17.00, ya no está conectada al respirador", dijo a CNN un portavoz del hospital. 

Los doctores habían declarado la muerte cerebral de la muchacha de 17 años a las 13.25 de la tarde, después de una serie de pruebas que demostraron que el cerebro no funcionaba, dijo el hospital en un comunicado. 

"Todos nosotros en el Hospital de la Universidad de Duke estamos profundamente entristecidos por esto", declaró el doctor William Fulkerson, jefe ejecutivo del centro médico. "Queremos que la familia de Jesica... sepa que compartimos su pérdida y su dolor. Lamentamos mucho estas trágicas circunstancias". 

Jesica sufría desde hace años de una cardiomiopatía, una enfermedad mortal que había debilitado su corazón y sus pulmones. 

Su primer trasplante en Duke se produjo el 7 de febrero, pero salió mal porque se utilizaron unos órganos incompatibles con el grupo sanguíneo de Jesica, lo que provocó un rechazo en el cuerpo de la joven. 

Días más tarde, el 19 de febrero, la niña se sometió a un segundo trasplante, éste con órganos compatibles. Las esperanzas iniciales de una posible recuperación quedaron truncadas al percibirse un daño cerebral irreversible horas después, lo que finalmente condujo a su muerte. 

Horas antes de anunciarse la noticia, el abogado que representa a los familiares de la niña dijo que estos no querían que Jesica fuera desconectada del respirador hasta que una revisión independiente confirmara la conclusión de los doctores de Duke. 

Aunque la muerte cerebral había sido confirmada por dos electroencefalogramas, que miden la actividad cerebral, y dos estudios de perfusión, que miden el flujo de sangre que va al cerebro, el abogado Kurt Dixon dijo que la familia seguía pensando que podía haber un error en los resultados. 

El abogado dijo que la familia estaba consternada. 

Agregó que los doctores habían dicho en un principio que la familia tenía derecho a una segunda opinión, pero "aparentemente ahora dicen que ya no tienen derecho a ella". Al final, la familia nunca obtuvo la segunda opinión. 

La muerte cerebral es la muerte", dijo el bioético de la Universidad de Pensilvania, Arthur Caplan. "Cuando el cerebro de alguien muriere, está legalmente muerto". 

La muerte cerebral se define como la "pérdida total e irreversible de las funciones cerebrales". 

Por lo general, las personas con muerte cerebral no permanecen conectadas a los respiradores más de algunas horas, y sólo si los doctores quieren conservar los órganos del paciente o si la familia quiere tiempo para despedirse de la persona, explicó Caplan. 

"Se espera un poco, quizás horas, para dejarles que se hagan a la idea, que la acepten", dijo. 

En los casos en los que un miembro de la familia se niega a aprobar la desconexión de los respiradores en un paciente con muerte cerebral, los doctores son los que deciden intervenir, según Caplan. "Literalmente entras y dices: 'Vamos a parar esto". 


 


 
 
 
 
 



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