Rolling Stone NÚMERO 27 .: ENERO 2002

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Shakira: La 'nuera' de la Argentina abre su lavandería

Un rincón a media luz; una mesa de madera, larga, angosta y bajita; algunos almohadones prolijamente acomodados a cada lado.
"¡Un sushi-room!", exclama Shakira. Sí. ¿Vas a querer sushi? "No, gracias. He comido demasiado sushi haciendo este disco...".
Parece obvio. Antonio de la Rúa, el hijo del presidente de Argentina, ha introducido a su novia en su afición por la comida japonesa. Pero, en casi dos años de noviazgo, su influjo sobre la última reina del pop latino, la colombiana Shakira, no se redujo sólo a los placeres gastronómicos. Parece que Antonio ahora ha decidido tomar distancia de las roscas palaciegas (y hacer oídos sordos a las críticas que comparan sus viajes en pareja con los despilfarros de Menem) para ocuparse personalmente de asesorar a su chica sobre los pasos a seguir en su carrrera artística. Shakira lo admite hasta con cierto orgullo. "Le pregunto muchas cosas, porque es una persona tan inteligente que comprende todo. Tiene un gran sentido de la estética y mucho entendimiento. Para muchas de las decisiones que tomo, le pido consejos. A veces, para escoger una foto"...

¿También te aconseja sobre canciones?
Ah, sí, muchas veces. Tú sabes, a veces tenía más de una opción para una línea; es decir, tres formas distintas para decir algo. Entonces le preguntaba: "¿Qué te parece mejor? ¿a, b o c?". Y él: "b". OK, va b.

¿Eso ocurrió con tu último disco?
Con algunos temas; por supuesto, no con todos. Otros son sorpresa...

Suerte, el primer corte del flamante Servicio de lavandería, seguramente fue una de esas sorpresas. No es fácil imaginar al hijo del presidente eligiendo las palabras más adecuadas para decirse a sí mismo eso de "contigo, mi vida, quiero vivir la vida"; y mucho más difícil aún es imaginarlo dando el OK a frases como "suerte que mis pechos sean pequeños y no los confundas con montañas".

Shakira ya lo ha dicho muchas veces: Suerte (o Whenever, Wherever, su versión en inglés) está dedicada a su novio, Antonio. Y, en general, todo Servicio de lavandería (o Laundry Service, también en inglés) está inspirado en –y motivado por– su noviazgo con el joven argentino de 26 años. "Antes tenía una visión estrecha del amor. Ahora he bajado la guardia y es grandioso. Me siento limpia. El amor es como el agua y el jabón", repite Shakira cada vez que algún periodista le pide una explicación acerca del título de su nuevo álbum. La chica (24 años) ya no sufre por culpa de los hombres; ahora está enamorada. Los rumores llegaron más allá.

¿Embarazada?
No (sonríe, incómoda).

Habían anunciado que os casabais.
Por ahora no. Creo que no... Se han dicho muchas cosas. Nosotros no sabemos cómo ni cuándo ni dónde. Pero que queremos, queremos.

Eso se nota. Ya no cantas desde el lugar de la mujer despechada. Un lugar...
... bastante obvio (se ríe). Antes le cantaba al desamor más que al amor. Me acuerdo de cantar desde la exageración, porque no hay que olvidar que las mujeres somos exageradas, y yo no soy la excepción. Pero en este disco siento que empiezo a cantarle al amor verdadero. Claro que hay alguna que otra canción en la que me corto las venas (se ríe)... No vamos a dejar de ponerle la pimienta al plato...

FERNANDO SÁNCHEZ
Disfruta de todo el reportaje en el nº 27 de Rolling Stone