BAILE DE PRESIDENTES EN LA
CASA ROSADA
Argentina
pasará a la Historia por ser el único país capaz de
conseguir tener cinco presidentes diferentes en sólo dos semanas.
En quince días de infarto, la Casa Rosada ha albergado huéspedes
muy diferentes a ritmo de tango.
Los
ciudadanos cansados de ajustes gubernamentales y empujados por el hambre
y la rebeldía contra las restricciones bancarias salieron a la calle
el 18 de diciembre a buscar comida, en el mayor estallido social que ha
vivido el país desde 1989. Y precipitaron el desenlace: el presidente
Fernando de la Rúa dimitía 48 horas después
(20 de diciembre), incapaz de lograr una "unidad nacional" con la oposición
peronista, tras la decisión de su superministro de Economía,
Domingo Cavallo, de abandonar el cargo unas horas antes.
Era el
fin del Gobierno de la Alianza, que después de 740 días no
pudo cumplir más de la mitad de su mandato y que dejaba el país
sumido en una crisis política, económica y social de proporciones
gigantescas. De la Rúa dimitió cuando no había ninguna
duda del rechazo de la oposición peronista a aceptar su invitación
a formar parte de un Gobierno de unidad y abandonó, simbólicamente,
la Casa Rosada a bordo de un helicóptero.
El
puesto del presidente saliente fue cubierto por el presidente provisional
del Senado, Ramón Puerta. Según establece la Constitución,
al estar vacante el puesto de vicepresidente, asume el cargo el presidente
del Senado, el peronista Ramón Puerta. El empresario de la provincia
de Misiones estuvo en el cargo sólo 48 horas.
La
suspensión de pagos de la deuda externa de 132.000 millones de dólares
y el anuncio de una serie de promesas de claro corte populista fueron los
primeros anuncios que hizo el peronista Adolfo Rodríguez Saá,
de 54 años, tras su investidura como presidente provisional de Argentina
(23 de diciembre). Estaba previsto que Adolfo Rodríguez Saá,
gobernador de San Luis, fuese jefe del Estado de forma provisional durante
60 días y que convocará elecciones para el 3 de marzo de
2002. Pero no le dio tiempo. Seis días después de su toma
de posesión los argentinos volvieron a echarse a las calles para
protestar. Al descontento social se unió la falta de consenso y
apoyo de su propio partido, por lo que renunció el día 30
de diciembre.
Tras
el nuevo fracaso, le correspondió al presidente de la Cámara
de Diputados, Eduardo Camaño, tomar las riendas del país
durante 24 horas. Camaño fue el encargado de convocar la Asamblea
Legislativa para aceptar la dimisión de Rodríguez Saá
y designar al nuevo presidente.
La
Asamblea Legislativa argentina -el pleno del Congreso- designó el
1 de enero al senador peronista Eduardo Duhalde como nuevo presidente,
con un mandato hasta diciembre de 2003. El consenso fue amplio. El ex vicepresidente,
que perdió las elecciones en 1999 ante Fernando de la Rúa,
encabezará un Gobierno de salvación nacional, que cuenta
con el apoyo de radicales y peronistas para cumplir una misión casi
imposible: lograr la paz social y sacar al país de la crisis.
Eduardo
Alberto Duhalde es un abogado laboralista de 60 años, senador y
gobernador durante dos mandatos de la provincia de Buenos Aires. El caudillo
peronista de la provincia de Buenos Aires se convierte en el quinto presidente
argentino que pasa por el cargo en los últimos 13 días, y
se espera que complete el mandato presidencial hasta diciembre de 2003,
interrumpido el pasado 21 de diciembre tras la dimisión del radical
Fernando de la Rúa.
PRISACOM
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