El País Digital
Martes 
31 octubre 
2000 - Nº 1642
 
INTERNACIONAL
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El independiente Mockus logra la mejor votación de la historia a la alcaldía de Bogotá 

Los partidos tradicionales sufren un duro revés en las elecciones regionales colombianas 

PILAR LOZANO, Bogotá 
Duros golpes recibió la política tradicional en las elecciones regionales del domingo en Colombia. Antanas Mockus, filósofo y matemático independiente, con la votación más alta que haya alcanzado alcalde alguno en Bogotá -660.000-, derrotó a la liberal María Emma Mejía y llegó al segundo puesto más importante del país. Floro Tunubalá y John Maro Rodríguez, el primero líder indígena, y el segundo periodista radial, se enfrentaron a candidatos respaldados por los dos partidos de siempre y obtuvieron, Tunubalá la gobernación del Cuca, y Rodríguez la alcaldía de Cali, tercera ciudad del país. 

Lo de Tunubalá tiene un significado especial: él, con su anaco (falda), su sombrero y su ruana, como se visten los hombres de la comunidad guambiana, gobernará un departamento que ha estado tradicionalmente dominado por familias que exhiben aun sus escudos y abolengos. Tiene 45 años y está casado con una monja misionera que dejó los hábitos por amor. Este ex senador predica paciencia , y "una administración libre de corrupción".
 
 

"Los partidos tradicionales han recibido en estas elecciones un buen vapuleo. No me atrevo aun a sostener que estamos en las puertas de un destronamiento partidista como el del PRI [Partido Revolucionario Institucional] en México, pero a partir de hoy parece más clara la situación política de nuestro país", opina el sociólogo y ex constituyente Orlando Fals Borda.
 
 

Algunos señalan que hubo un "voto de sanción" contra el presidente Andrés Pastrana que se refleja en el mínimo apoyo que obtuvo en las urnas el partido de Gobierno, el conservador. Prácticamente desapareció del mapa, pues solo lograron dos alcaldías de pequeñas capitales departamentales. Perdió dos de sus grandes bastiones: la gobernación de Antioquia y la alcaldía de Medellín.
 
 

. "La política en el país está cambiando. Los colombianos están pasando cuenta de cobro a este Gobierno por los problemas económicos y el proceso de paz", dijo Fabio Valencia Cossio, el dirigente conservador y negociador del Gobierno ante las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y uno de los grandes derrotados.
 
 

Los liberales, que reclaman el triunfo y el orgullo de ser mayoría, mantuvieron su poder en l5 gobernaciones y tres alcaldías, pero no superan las l5 gobernaciones y l4 alcaldías que quedaron en manos de coaliciones de movimientos independientes y nuevos partidos.
 
 

En San Vicente del Caguán, epicentro de la zona de distensión donde se realizan los diálogos de paz con las FARC, el candidato del movimiento Oxígeno Verde, Néstor León Ramírez, superó al aspirante presentado como cercano a las FARC. "Mi Gobierno será autónomo de los grupos armados; de puertas abiertas y de cara al pueblo", dijo. En Vistahermosa, otro de los 5 municipios despejados, las FARC impidieron la votación para gobernador y diputados. Andrés París vocero de la organización insurgente, aclaró ayer lunes que los alcaldes elegidos en las zonas de influencia de las FARC deben concertar con los comandantes de frente sus programas de Gobierno.
 
 

Liberación de secuestrados
 
 

Ayer, mientras se conocían los últimos escrutinios y los analistas se dedicaba a hacer sus balances, se conoció una noticia que desconcertó a la opinión publica: la liberación de los secuestrados el pasado 17 de septiembre en la carretera de Cali a Buenaventura, anunciada el domingo por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), está enredada. En un escueto comunicado el Gobierno informó que continúan los operativos militares en la zona , que no se ha logrado concretar la entrega, pues ni el Estado puede cumplir exigencias de los elenos, ni estos aceptan las exigencias del Ejecutivo, como liberar a todos sus retenidos en el país y no volver a realizar secuestros masivos.
 
 

Del grupo, secuestrado en la vía al mar, aún permanecen 22 personas cautivas. Todos, como lo reconoció uno de los miembros del comité central de la organización, sufren infecciones graves y enfermedades virales. Tres de los secuestrados ya murieron. 

Un pedagogo visionario

P. L., Bogotá 
"Los dineros públicos son dineros sagrados" y "Cero clientelismo". Con estas dos banderas logró Antanas Mockus repetir en la alcaldía de Bogotá. Aurelijus Rutenis Antanas Mokus Sivickas, es el nombre completo de este hombre de origen lituano, de 45 años, padre de 4 hijos, ex rector y profesor de la Universidad Nacional desde hace 25 años. Con su discurso pedagógico este "más filósofo que matemático", como él mismo se define, convenció aunque anuncia medidas impopulares como aumentar los impuestos. Para él tributar es la mayor acción de justicia social que puede realizar cualquier ciudadano. Rechaza que le llamen neoliberal, pero acepta que hace cosas neoliberales.
 
 

Todo en este hombre al que muchos han llamado "loco" y "payaso" es singular: su recién creado partido, el Partido Visionario, usa como símbolo una zanahoria para mostrar que su política "es sana". Su matrimonio en un circo, rodeado de tigres, la bajada de calzones ante un auditorio estudiantil, los vasos de agua lanzados sobre sus rivales, son algunas de las excentricidades del nuevo alcalde, que "tiene un ego complicadísimo", como lo reconocen hasta sus amigos más cercanos.
 
 

Los mejores rounds en la competencia con su rival María Emma Mejía fueron en los debates por televisión: "Triunfó la inteligencia, los planteamientos responsables, francos y bien intencionados, sobre el populismo electoral y evasivo", dijo a este periódico Santiago Maldonado, uno de los que se agolpó en un recinto del occidente de esta capital para celebrar el domingo el triunfo de su candidato.
 
 

Con jugo de zanahoria Mockus, luciendo una corbata color zanahoria, brindó por su triunfo y prometió que sus primeras acciones, cuando se posesione el primero de enero, apuntarán a la productividad y la competitividad, y a la convivencia y el respeto de a la vida humana. Mockus pretende que Bogotá, con su ejemplo de hacer "las cosas bien", pueda convertirse en un modelo para hacer la paz en todo el país. Y tiene una idea: fomentar la pedagogía del perdón que iniciará con la creación de un club de 20 atracadores arrepentidos. Su elección, reconoce, se basó en el perdón de una sociedad que aceptó su arrepentimiento porque en su pasada administración renunció a mitad de camino para seguir aspiraciones presidenciales. 

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