La
boda triste de Menem
El matrimonio
del ex presidente argentino con una ex Miss Universo chilena se vio deslucido
por sus problemas con la justicia y su familia
HERNÁN
IGLESIAS |
La Rioja
El
ex presidente argentino Carlos Menem, de 70 años, y la presentadora
y ex Miss Universo chilena Cecilia Bolocco, de 36, se casaron ayer en la
ciudad argentina de La Rioja (1.200 kilómetros al noroeste de Buenos
Aires), en una ceremonia condicionada por las pésimas noticias judiciales
y familiares que ha recibido en las últimas semanas el ex mandatario
argentino. Lejos de la fastuosidad anunciada por la bella Bolocco el mes
pasado, los festejos no pasaron de un elegante ágape para familiares
y amigos en la residencia del gobernador riojano, y de un nada glamouroso
pero multitudinario encuentro popular en el estadio de baloncesto del equipo
de la ciudad. Para Menem fue un día de ausencias: las de dos de
sus mejores amigos, presos por una causa que también puede ponerlo
a él tras las rejas, y la de su hija Zulema, que se ha quedado en
Buenos Aires despotricando contra su padre y su nueva madrastra.
La
novia había prometido una fiesta 'de tres días y tres noches'.
Él había preparado durante meses y al detalle la mansión
de Anillaco, su pueblo natal, para recibir a más de 800 invitados.
No pudo ser. Las detenciones de su ex cuñado Emir Yoma y de su íntimo
amigo y multiministro Antonio Erman González, que ocupó cuatro
carteras durante la presidencia de Menem, ensombrecieron las ganas de fiesta
del novio. El golpe de gracia lo dio el miércoles pasado su hija:
la casona de Anillaco, un pueblo de 1.500 habitantes cercano a La Rioja,
está registrada a su nombre y, a través de una carta documento,
le prohibió a su padre casarse allí. Menem no tuvo más
remedio que aceptar el ofrecimiento del gobernador riojano para realizar
la boda en la capital provincial.
Menem
-'ni de smoking ni de gaucho', como había anunciado el jueves- lució
un sobrio traje color mostaza y corbata marrón oscura. La Chechi,
sobrenombre oficial de Bolocco en Chile, llevaba un vestido marfil de la
diseñadora colombiana Silvia Scherassi. Después de la breve
ceremonia civil y de compartir con sus íntimos vino blanco y champagne
de las bodegas Menem, los novios salieron a saludar a la prensa con cortesía
y educación. Más de 200 periodistas (sobre todo argentinos
y chilenos, pero también mexicanos, brasileños y estadounidenses)
y otros tantos curiosos se daban de codazos por una frase. Los cronistas
de la prensa del corazón pidieron a Menem y Bolocco que se besaran
en los labios, algo que no han hecho hasta ahora en público, pero
no tuvieron éxito
De
allí, cerca de la una y media de la tarde, Menem, su esposa y los
150 invitados se dirigieron al homónimo Polideportivo Municipal
Carlos Saúl Menem, donde los esperaban alrededor de 5.000 personas
que saltaban y coreaban el nombre del ex presidente. Si la popularidad
de Menem en Argentina ha caído en picado desde que abandonó
la presidencia, en 1999, no ocurrió lo mismo en la provincia de
La Rioja, de la que ha sido tres veces gobernador y donde sigue gozando
de un prestigio y un cariño enormes.
La
relación entre Menem y Bolocco ha causado un gran revuelo en Argentina
y Chile, e incluso ha desempolvado viejos resquemores entre ambos países
que ya parecían olvidados. La última polémica la causó
hace dos semanas la que fuera Miss Universo en el año 1987 -y heroína
nacional del Chile tardopinochetista-, cuando una foto suya, en la portada
de una revista femenina, empapeló las paredes de Buenos Aires. En
la foto, Bolocco lucía vestida únicamente con una estola
de piel de conejo con los colores de la bandera argentina, algo que desató
airadas protestas en algunos sectores nacionalistas. '¿Cómo
una chilena puede hacer una cosa así con nuestra bandera?', se quejó
en un programa de televisión un veterano diputado peronista.
Primera
dama
Los
chilenos parecen disfrutar más con todo el asunto. Sobre todo por
la posibilidad -eso sí, cada vez más remota- de que Bolocco
pueda convertirse en 2003, año de elecciones generales, en la primera
dama de Argentina. Bolocco sabe que esto pone los pelos de punta a mucha
gente, pero en vez de amilanarse, ha preferido contraatacar, y en sus últimas
apariciones públicas -no ayer, cuando volvió a dejarse el
pelo rubio largo hasta la cintura- ha mostrado sin disimulos un aire
Evita Perón que ha hecho ladrar de nuevo a los guardianes del
peronismo ortodoxo.
No
habrá viaje de bodas o, si lo hay, será más bien modesto.
Menem y Bolocco tenían planeado un viaje a Brasil, Suiza y Siria
(de donde proviene la familia del ex presidente), pero desde el jueves
pasado el novio no puede abandonar el país, en el marco de la causa
donde se lo investiga por contrabando de armas a Croacia y Ecuador. Menem
le quita importancia: 'No importa, nos vamos a Buenos Aires, que también
es una ciudad bellísima'. |