La
cúpula militar de Perú pone sus cargos a disposición
del presidente
Un
vídeo muestra a los generales en un acto de vasallaje a Montesinos
FRANCISCO RELEA
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Lima
El
Gobierno provisional de Perú se enfrenta al dilema de destituir
o mantener a la cúpula de las Fuerzas Armadas, en la que no confía.
Fuentes oficiales han confirmado que los tres máximos jefes de los
institutos armados han puesto sus cargos a disposición del presidente
Valentín Paniagua, a raíz de la difusión de los vídeos
que demuestran la pertenencia de toda la oficialidad a la estructura creada
por el fugitivo Vladimiro Montesinos, el poderoso asesor del ex presidente
Alberto Fujimori.
Las
cintas dan cuenta de una reunión en abril de 1999 en la que generales,
almirantes y 570 coroneles de las tres fuerzas y la Policía Nacional
firmaron su adhesión al autogolpe de 1992 y la ley de amnistía,
en un documento que garantiza la impunidad ante todas las violaciones de
derechos humanos cometidas por uniformados.
Los
generales Carlos Tafur, comandante general del Ejército; Pablo Carbone,
de la Fuerza Aérea, y el vicealmirante Víctor Ramos, de la
Marina, firmaron aquel pacto, según se observa en los vídeos
que han provocado estupor. Las escenas de la multitudinaria reunión
celebrada en la base de la Fuerza Aérea de Las Palmas reflejan cómo
cientos de jefes y oficiales desfilan para estampar su firma, al mejor
estilo mafioso, en un pacto de impunidad y de adhesión al golpe.
En
nombre de la obediencia debida, Montesinos comprometía con aquel
acto a toda la oficialidad en la demolición del Estado de derecho
y la violación de la Constitución. En las imágenes
se observa a Montesinos, con gafas oscuras, en la mesa presidencial.
El
presidente Paniagua se reunió con su Gabinete el miércoles
por la noche, tras lo cual debía dirigir un mensaje al país.
En el último momento, se suspendió la transmisión,
lo que abrió nuevos interrogantes sobre los pasos que dará
el Gobierno. El primer ministro, Javier Pérez de Cuéllar,
dijo que pronto habrá noticias, pero puntualizó que no se
podía destituir a todos los altos jefes y oficiales que habían
sido chantajeados por el régimen de Fujimori y Montesinos. 'Es como
si le pusieran a usted un revólver en la sien y le dijeran 'o firmas
o, si no, te mato', y a estos señores les han dicho 'o usted firma
o, si no, ustedes y su familia se van a patear latas''.
El
autogolpe de 1992
El
ministro de Justicia, Diego García Sayán, había declarado
el martes que después de Semana Santa el Gobierno tiene previsto
denunciar a los jefes militares que promovieron la adhesión de todas
las instituciones armadas al autogolpe de abril de 1992. Conforme aumentan
los rumores de cambios militares, la prensa peruana revela a diario datos
de la profunda red de influencia que tejió Montesinos en las Fuerzas
Armadas. Un día se publica que 10 generales montesinistas siguen
ocupando puestos clave en la Policía Nacional, otro día se
apunta que el posible sustituto del general Tafur al frente del Ejército
es otro general que perteneció al Servicio de Inteligencia Nacional
(SIN), que manejaba Montesinos. ¿En quién confiar? Ni el
actual ministro del Interior, general Antonio Ketín Vidal, que acaba
de viajar a Venezuela para pedir explicaciones sobre el paradero del ex
jefe del SIN, está libre de sospecha.
Durante
10 años, el poderoso asesor controló directamente la política
de ascensos, retiros y destinos de todo el personal militar, en la que
primaron las prebendas y los favores políticos. Para evitar deserciones
impuso un pacto de complicidad con la firma de un documento a todas luces
inconstitucional. En estas condiciones, la asignatura militar será
una de las cargas más pesadas que heredará el presidente
que salga de la segunda vuelta de las elecciones y que prestará
juramento el 28 de julio. |