Ecuador abandona
el sucre por el dólar en medio de una grave crisis
El proceso de cambio dispara la inflación
TWP / AGENCIAS, Quito
En la medianoche del pasado sábado, los ecuatorianos asistieron
a un extraño sepelio: la muerte del sucre. La moneda nacional, que
recibió su nombre del general del siglo XIX Antonio José
de Sucre, dejaba de aceptarse a partir de ese momento en bancos y tiendas
para ser sustituida por el dólar, la poderosa divisa norteamericana.
El proceso de cambio, iniciado hace seis meses y decidido con el fin de
estabilizar la maltrecha economía ecuatoriana, ha generado por ahora
un incremento de la inflación, que se prevé que llegue al
85% al final de año, y una fuerte división social en el país
andino.
Una cobradora de autobús aceptaba sucres
el viernes, antes de la sustitución de esa
moneda por el dólar (Ap).
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Como ordenaba la ley de dolarización, implantada el pasado 13 de
marzo, el billete verde norteamericano, cambiado a un precio de 25.000
sucres, se convirtió ayer en la única moneda con la que se
pueden hacer transacciones económicas en Ecuador.
El presidente del país, Gustavo Noboa, ha logrado poner en práctica
la dolarización, que había sido ya planteada en enero por
su antecesor, Jamil Mauhad, cuando el sucre, creado en 1884, alcanzó
en 1999 su máxima tasa de depreciación frente al dólar,
un 197%. Mauhad intentó entonces poner freno a la crisis con polémicas
medidas como el congelamiento de los depósitos bancarios o la imposición
de una semana de vacaciones en el sistema financiero nacional, en marzo
del año pasado. Al final, todo fue inútil y, meses después,
Mauhad era derrocado por un levantamiento indígena apoyado por coroneles
insurrectos del Ejército de Ecuador. Desde el miércoles,
al Banco Central ecuatoriano, que dejó de ser el banco emisor con
la dolarización, sólo le quedaba por retirar de circulación
un 9% de los billetes y monedas nacionales por un valor de 42 millones
de dólares (unos 7.980 millones de pesetas). No obstante, los ecuatorianos
disponen aún de seis meses para cambiar sus sucres.
Monedas fraccionarias
Otro inconveniente con el que tendrán que vivir en las próximas
semanas los 12 millones de ecuatorianos es la ausencia de monedas fraccionarias
y la confusión del valor de cambio.
Para solucionar este problema, el Banco Central de Ecuador encargó
hace unos meses a México y Canadá la acuñación
de monedas nacionales equivalentes a las de centavos de dólar, que
muy lentamente han sido introducidas en el mercado.
La dolarización de Ecuador, que sirve de banco de pruebas para
otras economías del continente latinoamericano en la era de la globalización,
es rechazada mayoritariamente, según los sondeos, por la población
y, muy particularmente, por el movimiento indígena, que ya ha anunciado
paros y marchas de protesta.
Aunque los efectos de la dolarización no se conocerán
hasta dentro de unos años, por el momento ha servido, dicen los
economistas, para iniciar una tímida recuperación de la economía
ecuatoriana, gracias fundamentalmente a la subida del precio del petróleo
-Ecuador es un país exportador de crudo-. Pero, por otro lado, ha
provocado que se disparen los precios en una nación donde el 70%
de la población gana menos de lo que el propio Gobierno considera
el mínimo para mantener a una familia de cinco miembros. La inflación
rondará el 85% al final de año, muy por encima de las previsiones
del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en abril la situó en
torno al 55%.
Los precios han subido una media del 27% en los últimos seis
meses, mientras que el coste de algunos servicios básicos, como
la electricidad, han subido más del 50% al tiempo que el Gobierno
de Noboa reducía los subsidios. La dolarización, dicen los
expertos, abre una oportunidad a los negocios, pero también ha servido
de excusa para una indiscriminada subida de precios. |