El País Digital
Lunes
7 diciembre
1998 - Nº 948

La clase media empobrecida aúpa a Chávez a la presidencia de Venezuela

El desgaste de los partidos políticos tradicionales y la corrupción abrieron camino al ex militar

JUAN JESÚS AZNÁREZ, Caracas
ENVIADO ESPECIAL
El ex teniente coronel golpista Hugo Chávez ganó ayer la presidencia de Venezuela al imponerse con una ventaja de 16,53 puntos al independiente de centroderecha Henrique Salas en las elecciones más importantes de la historia contemporánea de Venezuela. El vuelco ha sido de tal envergadura en las preferencias del electorado que los dos grandes partidos tradicionales han quedado reducidos a la condición de comparsas. Antes de que hubieran cerrado los colegios electorales se escucharon en las calles de Caracas los primeros petardos, tracas y vítores chavistas. Poco después, los datos oficiales confirmaban los resultados adelantados por los sondeos.


Chávez saluda a sus seguidores, tras haber votado
en las afueras de Caracas (Reuters).
Los resultados oficiales, difundidos con rapidez por la empresa española Indra, confirmaron el triunfo del comandante de paracaidistas en los 24 Estados venezolanos anticipado a media tarde por las proyecciones de los sondeos a pie de urna. "Llamo a mis compatriotas a no tener miedo. No voy a instalar una dictadura tipo cubano o comunista en Venezuela. Eso está muy lejos de la verdad. Los hechos demostrarán que todo eso es mentira", declaró poco después conocer la victoria.

Cuando se había escrutado el 76,49% de los votos, en un electorado de 11 millones de personas, Chávez sumaba 2.888.732 sufragios (56,36%), Henrique Salas, 2.028.638 votos (39,58%) e Irene Sáez, 160.773, (3,14%). Salas admitió su derrota y prometió vigilar el cumplimiento "del cambio que reclama la sociedad y también su continuación, siempre en defensa de la libertad".

El militar que se rebeló el 4 de febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, fue entronizado por el empobrecimiento e irritación de la clase media, que perdió en los últimos 20 años un 70% de su capacidad adquisitiva, y por el profundo e irreversible desgaste de Acción Democrática (AD), socialdemócrata, y Copei, democristiano, gobernantes en alternancia durante cuatro decenios, formaciones identificadas por amplios sectores de la población como causantes de una corrupción que sumió al país petrolero en la postración y la desconfianza. Hace una semana, observando que sus respectivos candidatos, Luis Alfaro Ucero y la ex Miss Universo Irene Sáez, no prosperaban y el discurso rupturista de Chávez lo hacía aceleradamente, dieron un brusco golpe de timón: retiraron su apoyo e infraestructura a Ucero y Sáez, que comparecieron por libre, y llamaron a su militancia a votar por Salas.

Las elecciones se desarrollaron sin incidentes graves, con gran afluencia y menor abstención que en otros comicios, y sin que las tremendistas advertencias de días pasados, los avisos sobre algaradas o cuartelazos, se hayan producido. El presidente, Rafael Caldera había instado a votar con plena libertad y seguridad, con respeto sacrosanto a todos los grupos políticos y candidaturas. "Que no se quede nadie sin votar. Los derechos que no se ejercen corren peligro de perderse. Los normalidad calificará definitivamente a nuestra democracia como de gente civilizada".

El viernes, en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros, Salas denunció que milicias armadas a las órdenes del emergente ex golpista tenían previsto ocupar las calles de las principales ciudades, y conducir al país al caos y la violencia si el escrutinio no favorecía a Chávez.

El ex presidente norteamericano Jimmy Carter advirtió de que cualquier cambio a la Constitución vulnerando su espíritu o letra puede significar la retirada de las inversiones extranjeras y de embajadores de Venezuela. El Centro Carter participó en la consulta con 40 observadores. También acudió una delegación de 58 miembros de la Unión Europea, presidida por la socialista española Ana Miranda. La Organización de Estados Americanos desplegó 68 inspectores. En total, 300 observadores, entre ellos 38 funcionarios de la Embajada de Estados Unidos. "No he observado problemas", declaró Carter antes de que hubieran cerrado los colegios.

El que fuera comandante de paracaidistas, traje gris, camisa azul, corbata amarilla con dibujos celestes, alcanzó el colegio electoral a duras penas, a hombros de una multitud fanatizada. "Votad con la confianza de que hoy está naciendo una Venezuela nueva", dijo Chávez.

No todos asisten con esperanza a la refundación de la república anunciada por el sable reconvertido a la democracia. Uno de ellos es el conocido escritor Juan Liscano, de 73 años. "Chávez presenta, sin cesar, caras sucesivas, pero su verdadero rostro está siempre detrás de él". El intelectual no tiene clemencia, e incluye a Chávez entre las personalidades amenazantes, capaz de llevar al país a una dictadura de fundamentos parecidos a los movimientos europeos causantes de la II Guerra Mundial. "Sus consejeros deben pasar mucho tiempo reteniéndole, rectificando por él; ajustando su imagen de ese dictador en potencia a la de un líder democrático pacífico" asegura.

La mayoría no piensa así, y cree que la realidad, las cuentas de la administración saliente, la globalidad y los compromisos internacionales le atemperarán.

"No soy un militar gorila", asegura el nuevo jefe del Estado

J.J.A, Caracas
"No soy un militar gorila, por eso nunca va a saltar ese gorila en mí", prometió, en sus primeras declaraciones como ganador, el virtual presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, que alcanzó a golpe los votos el poder que no pudo conseguir a tiros el 4 de febrero de 1992. El petróleo, cuya explotación supone el 80% de los ingresos fiscales del país, seguirá en manos del Estado; la empresa que lo administra, Petróleos de Venezuela (PDVESA), será sometida a una reestructuración, y el Gobierno que asumirá el mando el próximo febrero seguirá pagando la deuda externa, en torno a los 36.000 millones de dólares, aunque negociará nuevos períodos de gracia, mayores comodidades de pago.

" No existe el militar gorila en mí. Lo del gorila ha sido una tesis manejada hace tiempo. No se puede decir que todo militar es un gorila, un dictador o un tirano en potencia", agregó Chávez en una entrevista televisada concedida al conocido periodista José Vicente Rangel, que apoyó su candidatura durante toda la campaña. Aplicará, dijo Chávez, un programa económico de perfil "humanista", y reforzará la seguridad jurídica en el mundo de los negocios.

El presidente argentino, Carlos Menem, entre otros gobernantes y políticos extranjeros, le llamaron para felicitarle. Miles de personas, con banderas, vítores y pancartas, se concentraron en el Ateneo de Caracas para festejar la sonada victoria.

Hugo Chávez Frías, que tiene cuatro hijos, compareció acompañado de su segunda esposa, María Isabel. "Había miedo por una guerra sucia contra nosotros, contra la familia, y cuando eso ocurre las madres nos volvemos una leonas", declaró ésta.

Miedo entre los adversarios

El militar retirado admitió que su candidatura causó mucho miedo entre sus adversarios y muchos de sus compatriotas. "Son los miedos generados por los laboratorios de guerra sucia psicológica. Con mucho dinero, con mucha experiencia, que repiten mentiras una y otra vez, hasta que la gente cree que es verdad". Según el triunfador "fueron rumores montados sobre medias verdades. Yo no puedo negar mi origen político, que es el 4 de febrero. No puedo negar que fui a Cuba una vez, y que Fidel Castro me recibió en el aeropuerto, nos dimos un abrazo y conversamos varias horas Pero de ahí a que voy a instalar en Venezuela un régimen comunista, eso está muy lejos de la verdad".

Fragmentado el Congreso, polarizada la vida política y la propia sociedad, Chávez instó a la conciliación nacional, y convocó a los capitales. "Hago un llamado a todos los inversionistas privados nacionales o internacionales, de cualquier parte del mundo. Aquí van a conseguir un Gobierno serio, de gente honesta que va a restablecer la seguridad jurídica porque necesitamos impulsar la economía".

Las preferencias de los empresarios
Los empresarios venezolanos aseguran no tener prejuicios sobre la identidad del nuevo presidente, y sólo esperan que informe sobre su programa y política económica para que puedan decidir sobre las nuevas inversiones. Francisco Natera, presidente del sindicato patronal Fedecámaras, negó una salida masiva cuando los sondeos daban por sentado que Hugo Chávez ganaba las elecciones, y atribuyó la mudanza de algunas empresas a razones puntuales de inseguridad jurídica.

Fuentes de la consejería comercial de la Embajada de España dijeron que la inversión española continúa adelante con sus planes y que no se han producido retrocesos o interrupción de proyectos significativos. "Incluso es mejor que haya ganado Chávez porque Salas Römer parece que tenía previsto dar mayor entrada a la inversión alemana", comentó un empresario español. Algunos hombres de negocios expresaron en privado su miedo a que Chávez aplique un programa proteccionista.

Pero, apostando a caballo ganador, no pocas firmas con intereses en Caracas ya se habían acercado al cuartel general de Chávez semanas atrás para contribuir a sus gastos. "Se han portado muy bien; entre ellas, la Coca-Cola", comentó un ayudante del ganador.

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