Cuba castigará con hasta 30 años de cárcel a los disidentes que pasen información al exterior
Castro prefiere "fusilar a varias personas" antes de que crezca el narcotráfico en la isla
MAURICO VICENT,
La Habana
El Parlamento cubano aprobará hoy una ley que convierte en acto delictivo "el suministro, búsqueda u obtención de información" que favorezca la "agresión" de EE UU así como la "introducción en el país de materiales subversivos, su reproducción o difusión". Se trata de la Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, una respuesta "revolucionaria" a la ley Helms-Burton que aprobó EE UU en 1996 para reforzar su embargo a la isla. Aquellas personas que violen esta nueva ley se enfrentarán a penas de hasta 30 años de prisión.
Este endurecimiento de las leyes cubanas contra los disidentes al régimen de Fidel Castro afecta también a aquellos que "colaboren directamente, o mediante terceros, con emisoras de radio o televisión, periódicos u otros medios que coincidan con los fines de agresión del Gobierno de EE UU". Una alusión directa a los periodistas afincados en la isla y que colaboran con medios de Miami (Estados Unidos), sede de la plana mayor del exilio anticastrista.
El Parlamento se reunió ayer con carácter extraordinario para aprobar también una modificación del Código Penal que endurece las sanciones contra delitos como el tráfico de drogas, el proxenetismo asociado a la corrupción de menores y el robo con violencia, para los cuales se podrá aplicar la pena de muerte y la cadena perpetua.
Fidel Castro, que intervino activamente en el debate, aseguró que el turismo y la apertura de la isla hacia el exterior han hecho que aparezcan nuevos delitos y se incrementen otros como el tráfico de drogas, contra los cuales, dijo, hay que luchar con medidas severas.
Evitar muertes
Castro señaló que la aplicación de la pena capital sirve para evitar las muertes provocadas por actos criminales, especialmente los derivados del tráfico de drogas: "Antes de que lleguemos a 2.000 muertes relacionadas con las drogas, es preferible fusilar a varias personas".
La reforma del Código ocurre cuando la isla vive una ofensiva contra la delincuencia y las calles de La Habana se han llenado de policías. El fiscal general, Juan Escalona, afirmó al presentar el proyecto de ley que el endurecimiento se hace necesario ante el "incremento de los índices delictivos".
En el proyecto de reforma se acusa a Estados Unidos de "estimular la indisciplina social y la comisión de hechos delictivos". Según los legisladores cubanos, "la mezcla de condiciones económicas adversas y de propaganda enemiga ha servido a tales fines al lumpen, a los antisociales, haciéndolos cómplices de la política imperial".
Los nuevos delitos incluidos en el Código Penal son el "tráfico de personas" y el "lavado de dinero". En el primer caso, la sanción puede llegar hasta la cadena perpetua -pena que se introduce ahora en el Código-, mientras que en el caso del "lavado de dinero" se prevén sanciones de hasta 12 años de prisión. El tráfico de drogas, la corrupción de menores y el robo con violencia o intimidación de personas, pueden ser castigados ahora con la pena de muerte.