Washington cree que Colombia está perdiendo la guerra de la droga
JOSÉ M.CALVO,
Washington
El cultivo y tráfico de cocaína y heroína en Colombia han crecido considerablemente y parte de sus beneficios acaba en manos de la guerrilla, que está plenamente implicada en las redes del narcotráfico, según un informe de la Oficina General de Contabilidad de Estados Unidos. En vísperas de la reanudación de las conversaciones de paz entre el Gobierno de Bogotá y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), prevista para el próximo 7 de julio, y con una extensión en el sur del país comparable a la de Suiza bajo dominio de la guerrilla y que el Ejército se ha visto obligado a abandonar, el informe asegura que "las fuerzas de seguridad colombianas serán incapaces de llevar a cabo operaciones antidroga eficaces en las regiones en las que fuerzas de la guerrilla dominan y controlan zonas enteras".
Los cálculos que figuran en el informe, que se envió al Congreso de EE UU la semana pasada y al que la agencia Reuters ha tenido acceso, indican que la producción de cocaína y de heroína de origen colombiano va a aumentar en un 50% y que los esfuerzos de la Administración norteamericana para contrarrestar el narcotráfico se ven neutralizados por la acción de la guerrilla.
Siempre según esos datos, dos tercios de las unidades de las FARC y una tercera parte de los comandos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) estarían implicados en el tráfico de drogas y obtendrían por ello, anualmente, más de 600 millones de dólares.
Más cocaína
"La acción de los grupos insurgentes y su creciente implicación en las actividades de tráfico de drogas en los últimos años están complicando la capacidad del Gobierno colombiano para reducir el narcotráfico", estima el informe de la Oficina General de Contabilidad estadounidense, que señala que la entrada de cocaína ha aumentado desde 1996.
Si las tendencias apuntadas se corresponden con la realidad, se habría frustrado en buena medida el objetivo de la ayuda especial antidroga de 280 millones de dólares que el Gobierno de Washington dio al de Bogotá durante el último año.
La DEA, el organismo estadounidense que coordina la lucha contra el narcotráfico, estima que el 75% de la cocaína que circula por todo el mundo es de procedencia colombiana y que las dos terceras partes de la heroína que se vende en EE UU tiene el mismo origen.
Por otra parte, el ministro del Interior de Colombia, Néstor Martínez, dijo ayer en París que su país dedica más de 1.000 millones de dólares al año para combatir el narcotráfico y que la ayuda que obtiene a cambio es muy escasa, tanto del principal país consumidor, EE UU -del que recibe 60 millones, según el ministro, en contradicción con las cifras manejadas por el informe mencionado- como de los programas contra la droga de Naciones Unidas, que aportan otros 200 millones de dólares.
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