De la Rúa se proclama presidente de todos los
argentinos al superar el 50% de los votos
El líder de la Alianza opositora se compromete a acabar con
la corrupción y la impunidad
FRANCESC RELEA, Buenos Aires
Fernando de la Rúa, de 62 años, el candidato de la
Alianza opositora, fue elegido ayer presidente de Argentina en las elecciones
que ponen fin a un ciclo de 10 años de Gobiernos presididos por
el peronista Carlos Menem. Los resultados provisionales dan una victoria
inapelable de De la Rúa, con más del 50% de los votos, sobre
el candidato del Partido Justicialista (PJ), Eduardo Duhalde, quien ronda
el 35%. En la provincia de Buenos Aires, la de mayor importancia del país,
la aliancista Graciela Fernández Meijide, se encontraba en el escrutinio
oficial por detrás del peronista Carlos Ruckauf.
Seguidores de De la Rúa se lanzaron ayer
a las calles para celebrar su triunfo (Reuters).
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Los primeros datos oficiales en un lentísimo recuento, con el 47%
de los votos escrutados, confirman lo apuntado por las encuestas a pie
de urna. De la Rúa consigue el 50,4% de los votos (cinco puntos
más de los necesarios para resultar elegido presidente en la primera
vuelta), frente al 35,3% de Duhalde. El tercero en discordia, Domingo Cavallo,
el padre del milagro económico argentino, supera por siete
décimas la barrera del 10%.
Desde las seis de la tarde (once de la noche peninsular), cuando se
difundieron los sondeos -en todos De la Rúa resulta vencedor por
una diferencia superior a los 16 puntos-, empezaron a congregarse los seguidores
de la Alianza en el centro de campaña para celebrar la victoria
de De la Rúa. La euforia de los aliancistas que tomaron literalmente
el centro de Buenos Aires contrastaba anoche con la imagen funeraria que
reinaba en la sede del PJ. Duhalde tardó varias horas en admitir
la derrota, repitiendo con voz monocorde "hay que esperar", cuando Menem
ya había llamado por teléfono a De la Rúa para felicitarle
por su victoria y para preparar la transición hasta el 10 de diciembre,
fecha del traspaso de poderes.
Poco después de las nueve de la noche (hora local), Fernando
de la Rúa, compareció ante sus seguidores en la sede electoral.
Relajado, feliz y acompañado de su futuro vicepresidente, Carlos
Chacho Álvarez, dijo. "Esperaba una declaración del
justicialismo, pero como ésta no se produce y siendo tan clara la
tendencia, vengo a saludarles como presidente electo". De la Rúa,
que se declaró presidente de todos los argentinos, anunció
que iba a poner en marcha una nueva política para favorecer la justicia.
"Venimos a recuperar la dignidad de los argentinos", dijo entre vítores.
"Vamos a terminar con toda forma de corrupción y cualquier manera
de impunidad".
De la Rúa agradeció públicamente la vista de Ricardo
Lagos, candidato socialista chileno, que el 12 de diciembre se puede convertir
en el presidente de Chile.
El de ayer es, sin duda, el peor resultado del PJ en unas elecciones
presidenciales. Esto, sin duda, tendrá consecuencias inmediatas
en el futuro de los que han gobernado Argentina durante la última
década. El senador Antonio Cafiero, dirigente histórico del
peronismo, abogó por "una profunda renovación" y pidió
que su partido ejerza "una oposición que busque la gobernabilidad".
Duhalde tiene todos los puntos para ser el primer damnificado y su penitencia
inicial puede ser la pérdida de la presidencia transitoria del partido
que le entregó el congreso del PJ de agosto pasado. Carlos Menem
está más que preparado para recuperar ahora la dirección
del partido, desde el que trabajará para lo que realmente le interesa:
la campaña electoral del 2003, que es cuando por ley puede volver
a presentarse a unas presidenciales.
Las cinco gobernadurías
Ayer también hubo elecciones para la gobernaciones de otras cinco
provincias. En Chubut y en La Pampa, el PJ iba en cabeza, mientras que
en Entre Ríos y Mendoza gana la Alianza. En la provincia de Jujuy
no había datos oficiales al cierre de esta edición. Asimismo,
se renovó la mitad de la Cámara de diputados, donde se produjo
un avance de la Alianza de las mismas proporciones (16 diputados) que el
retroceso del PJ. En las dos últimas elecciones el PJ se alzó
con el triunfo con el 47,30% de los votos (1989) y el 43,02% (1995). La
participación rondaba el 80%, según las primeras estimaciones.
En los últimos comicios la abstención fue del 18%. Argentina
registra tradicionalmente una alta participación -el voto es obligatorio-
que ha superado el 80% desde 1946.
Veinticuatro millones de argentinos, dos millones de ellos jóvenes
que votaban por primera vez, fueron convocados a las urnas. La jornada
transcurrió bajo un clima primaveral y con leves incidentes, como
la demora en la constitución de algunas mesas electorales o las
denuncias de falta de papeletas.
El sábado, teórica jornada de reflexión, el todavía
presidente Menem sorprendió una vez más en una conversación
que mantuvo con la prensa en su residencia de Anillaco (La Rioja). "Llega
la hora de ser oposición", dijo. Acertó.
Ruckauf, con ventaja en la 'batalla'
de Buenos Aires
F.R, Buenos Aires
La pugna por la gobernaduría de Buenos Aires se presentaba esta
madrugada muy reñida, con cambios en la cabeza, aunque con una tendencia
en favor del candidato peronista Carlos Ruckauf. Con casi el 25% escrutado,
Ruckauf conseguía el 47,8% frente al 43,8% de la aliancista Graciela
Fernández Meijide, de 68 años. Ruckauf, figuraba en la lista
del Partido Justicialista (PJ) y en las de Acción por la República,
que encabeza Cavallo. Este factor ha podido ser determinante, aunque los
expertos no descartaban anoche un nuevo vuelco durante el escrutinio.
Los sondeos a pie de urna -que otorgaban una ajustada victoria a Meijide-
mostraban un comportamiento desigual de los votantes de la provincia de
Buenos Aires, según se tratara del primer cinturón, que agrupa
a las localidades más próximas a la capital, o del segundo
cinturón, donde se encuentran las zonas más depauperadas
económicamente. En el primero, Fernández Meijide ganaba con
un 49,3% de los votos, frente al 31,2% de Ruckauf. Lo mismo sucedía
en los grandes centros urbanos del interior de la provincia, como Mar del
Plata y Bahía Blanca. En cambio, en los distritos más pobres,
el candidato justicialista aventajaba a su adversaria con un 52% frente
al 37%.
Un fenómeno digno de mención es la victoria de la popular
presentadora de televisión Lidia Satragno Pinky, que ganó
la intendencia del distrito de la Matanza, feudo peronista habitado por
cerca de un millón de personas. Pinky derrotaba al candidato del
PJ Alberto Balestrini.
En los comicios presidenciales el comportamiento del electorado fue
bastante similar en la capital argentina y en la provincia de Buenos Aires.
En la primera, el 54,10% votó a Fernando de la Rúa, el 23,55%
a Eduardo Duhalde, y el 15,27% a Cavallo. En la provincia, las estimaciones
daban el 51,31% a la Alianza, el 40,15% al PJ y el 6,92% al partido de
Cavallo.
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