El País Digita
Viernes
19 marzo
1999 - Nº 1050

México pide ayuda a EE UU por los asesinatos de mujeres en la frontera

Más de 140 chicas han muerto en Ciudad Juárez desde 1993

AGENCIAS, El Paso
El gobernador del Estado mexicano de Chihuahua, Patricio Martínez García, pidió ayer la intervención de las autoridades de EE UU para resolver los salvajes asesinatos o desapariciones de más de 140 mujeres en la frontera desde 1993. Martínez consideró que la asistencia del Buró Federal de Investigación (FBI) estadounidense y de la policía de El Paso será crucial para determinar el paradero de las mujeres que, en su mayoría, trabajaban en la industria de las maquiladoras en Ciudad Juárez.


Una mujer coloca una cruz en el Ministerio
del Interior, el miércoles, en protesta por los
asesinatos (Reuters).
Los asesinatos de chicas jóvenes, esbeltas y morenas en su mayoría, en esta ciudad fronteriza de un millón de habitantes, se han convertido en un escándalo nacional, y las autoridades, presionadas, han realizado varias detenciones en los dos últimos años y dado por zanjado el asunto. Pero los cuerpos de mujeres, violadas y algunas con horribles mutilaciones, han continuado apareciendo, en lo que probablemente acabe por convertirse en el asesinato en serie más sangriento de América del Norte.

En una conferencia de prensa celebrada ayer, el gobernador Martínez dijo que desde que tomó posesión este tipo de delitos ha disminuido gracias a diversas medidas implantadas, como el cierre temprano de bares y cantinas. El gobernador de Chihuahua hizo estas declaraciones tras reunirse con el alcalde de El Paso para discutir formas de reforzar la seguridad en la zona fronteriza. El mes próximo regresarán a Ciudad Juárez los cinco agentes del FBI que investigan los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, quienes creen que estos asesinatos no fueron cometidos por un asesino en serie.

Maniacos sexuales

Ciudad Juárez es una ciudad repleta de fábricas conocidas como maquiladoras , y donde al frente de la mayoría de las cadenas de montaje se encuentran mujeres. A pesar de que los agentes del FBI no creen que se trate de un mismo asesino en serie, la mayoría de las fuentes relacionadas con el caso especula con la existencia de uno o varios maniacos sexuales que merodean por los burdeles donde los obreros acuden después del trabajo para olvidarse de todo.

Los asesinatos han destapado las duras condiciones en las que viven las mujeres en las maquiladoras y también la escasa profesionalidad de la investigación, que ha tropezado desde el inicio con la mala gestión oficial y el machismo de la sociedad mexicana.

"Juárez es el lugar perfecto para matar a una mujer porque es seguro que nadie te acusará de ello", declaró el año pasado Astrid González Dávila, fundadora del Comité Ciudadano Contra la Violencia, un grupo que trabaja con los familiares de las víctimas. Desde entonces, poco se ha avanzado en la investigación, hasta que se ha pedido oficialmente ayuda a EE UU.

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