El País Digita
Miércoles
14 abril
1999 - Nº 1076

Un grupo de seguidores de Chávez fuerzan a suspender las sesiones del Congreso venezolano

AGENCIAS, Caracas

Los manifestantes increpan al
presidente del Congreso, Luis Dávila
(con micrófono) (AP).
La tensión política que vive Venezuela por el enfrentamiento entre el Congreso y el presidente Hugo Chávez se elevó ayer peligrosamente. La Cámara de Diputados se vio forzada a suspender sus sesiones debido a que un grupo de seguidores del presidente mantuvo bloqueada la sede del Legislativo demandando su disolución, según informó la secretaría de la Cámara. El incidente cobra especial relevancia porque Chávez ha amenazado en los últimos días con disolver el Congreso, lo que ha sido calificado por los partidos de oposición como un golpe de Estado sin tanques.

La decisión de suspender las sesiones fue adoptada después de que el presidente de la Cámara Baja, el democristiano Henrique Capriles, recibiera una bofetada de uno de los seguidores de Chávez, y porque los manifestantes mantuvieron bloqueadas todas las puertas del edificio Legislativo, lo que impidió el paso de los parlamentarios.

La secretaría de la Cámara Baja agregó que las sesiones parlamentarias serán reanudadas mañana por la tarde. Los grupos de apoyo a Chávez, cerca de mil manifestantes, en su mayoría tocados con boinas rojas y con pancartas, exigieron a gritos que el bicameral Congreso sea disuelto porque "no dejan trabajar" al nuevo jefe del Estado.

Los manifestantes también pidieron la pronta aprobación de una ley especial para que el presidente venezolano obtenga superpoderes y gobierne por decreto en asuntos económicos y sociales.

La exaltación de la multitud reunida a las puertas del Palacio Legislativo, ubicado en el centro de Caracas, provocó la presencia de la policía metropolitana, que rodeó el edificio oficial en el que quedaron "secuestrados" los parlamentarios, periodistas y trabajadores de esas dependencias.

Entre tanto, grupos de militantes del principal partido de la oposición, el socialdemócrata Acción Democrática (AD), que ha amenazado con pasar a la clandestinidad si el Congreso acaba por ser disuelto, también se reunieron en las inmediaciones del Palacio Lagislativo, lo que fue calificado como una "provocación" por los dirigentes chavistas.

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