El jefe del Ejército argentino ataca a los militares de la dictadura por "perversos"
Balza niega que las Fuerzas Armadas tengan documentos secretos sobre los desaparecidos
FRANCESC RELEA,
Buenos Aires
El general Martín Balza, jefe del Ejército argentino, ha descargado su artillería contra los militares que estuvieron en el poder durante la dictadura, a los que califica de mentirosos y de poseer conceptos morales "horrorosos y perversos". En un dossier entregado a la prensa, el general Balza reitera que el Ejército no tiene ningún documento secreto sobre la represión. "No le exijan al Ejército de hoy lo que no puede tener. No hay listas porque se decidió y ordenó que toda la documentación desapareciera", afirma el general.
Balza anunció ayer que abandonará la jefatura del Ejército a finales de año, coincidiendo con el cambio de Gobierno tras las elecciones presidenciales de octubre. Pero antes quiere despejar cualquier sombra de duda de que la cúpula militar actual no tiene el menor vínculo con la de la dictadura.
El general retirado Cristino Nicolaides abrió la puerta de los interrogantes cuando dijo el año pasado que hay informes sobre los detenidos-desaparecidos de aquella época en los archivos militares, a pesar de que fue Nicolaides, como jefe del Ejército, quien el 22 de diciembre de 1983 ordenó "la inmediata incineración de toda la documentación clasificada relativa a la lucha contra la subversión".
Indignado con la sugerencia de que bajo su responsabilidad el Ejército todavía conserva pruebas que podrían comprometerle, el general Balza responde tajante: "La orden disponía destruir todo lo actuado, sin ningún tipo de excepción, porque su intención era no dejar vestigio alguno de lo sucedido".
Y acusa a Nicolaides de manchar la imagen del Ejército. "Por su orden se pone en duda el honesto proceder de miles de oficiales y suboficiales que en los luctuosos años de lucha fratricida ni estaban aún en el Ejército, y el de miles que habiendo participado no cometieron actos que deshonraran el uniforme. Por ello, califico la orden de intrínsecamente inmoral".
Sin justificación alguna
Una vez más, el jefe de Ejército argentino se desmarca de todo intento de justificación de la represión llevada a cabo por las fuerzas militares durante la dictadura. En este sentido, Balza rechaza la afirmación efectuada en 1987 por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en los siguientes términos: "Existió una guerra revolucionaria, en la que el gobernante libera su energía política, la sujeta a su imperio y la libera del condicionamiento jurídico y, en ocasiones, del ético".
El viernes pasado, el general Balza declaró ante el juez Adolfo Bagnasco, instructor de la causa del robo de hijos de detenidas-desaparecidas, y reiteró que los jefes de la dictadura no dejaron ningún rastro de aquellas siniestras operaciones. Apunten a los militares del pasado y no a los del presente, es el mensaje que trata de transmitir a la Justicia el general Balza.
En la causa por robo de bebés están procesados y cumplen arresto domiciliario los generales Jorge Videla y Reynaldo Bignone, los almirantes Emilio Massera y Carlos Franco y los prefectos Héctor Febrés y Antonio Suppicich.
El capitán de navío Jorge Tigre Acosta se halla en prisión preventiva por orden del juez Bagnasco en dependencias de la Gendarmería Nacional en Campo de Mayo (provincia de Buenos Aires).
© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid