El País Digital
Miércoles
17 marzo
1999 - Nº 1048

Saramago defiende el mestizaje en la inauguración del Foro sobre Iberoamérica

El silencio de García Márquez causa un auténtico revuelo en la Casa de América de Madrid

ROSA MORA, Madrid
José Saramago puso ayer en pie al público que asistía en la Casa de América de Madrid a la inauguración del Foro de la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) sobre la creación iberoamericana. Gabriel García Márquez también, pero en son de protesta. Fue un auténtico alboroto. Todo el mundo esperaba escuchar al premio Nobel colombiano, pero, mediado el acto, se anunció que Gabo intervendrá mañana en la clausura, en la que está prevista la presencia del ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy; Felipe González, y el seretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés.


García Márquez (izda.) y José Saramago,
ayer, en Madrid (U. Martín).
No cabía un alfiler en la Casa de América y la mitad del público tuvo que seguir el acto de pie en los pasillos. El personal guardó la compostura hasta el final, pero cuando comprobó que Gabriel García Márquez abandonaba la sala sin pronunciar las anheladas palabras estalló en una ruidosa protesta. Se pasó de los enfervorecidos "¡que hable Gabo!", "¡que hable Gabo!" a los indignados "esto es un engaño". Hubo pateos y silbidos y más de un grupo de estudiantes se quejó de que no habían asistido a clase porque pensaban que iba a hablar el escritor colombiano. El autor de Cien años de soledad no se había comprometido en ningún momento con la SGAE a intervenir en el acto , y sólo había aceptado acompañar a los integrantes de la mesa. García Márquez no acostumbra a participar en debates abiertos, y suele restringir su agenda a conferencias.

Perseguido y acorralado por una nube de cámaras e informadores, García Márquez se limitó a decir que él hablaría el jueves en la clausura y que ya estaba previsto que inaugurara el foro Saramago. "Creo que es muy útil y ya está suficientemente explicado", dijo. "Lo más importante es la explosión de la cultura iberoamericana, que no se puede separar de la tradición cultural española".

Gabriel García Márquez y José Saramago entraron en el anfiteatro de la Casa de América acompañados de fuertes aplausos. Se abrazaron. Más aplausos. Abrió el acto el director de la Casa de América, Tomás Rodríguez Pantoja. Hablaron después el cineasta y presidente de la SGAE, Manuel Gutiérrez Aragón; Eduardo Bautista, compositor y presidente del consejo de dirección de la SGAE, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Tocaba el turno a los Nobel, el público observó que cuchicheaban entre sí. Algo pasaba. "Creí que tenían que hablar otros antes que yo", dijo, algo confuso, a micrófono abierto, Saramago. "Creo que pagan más por hablar primero", se oyó decir en voz baja y en tono de humor a García Márquez. Teddy Bautista se mostró preocupado. Saramago inició su conferencia y salvó a la mesa del desconcierto.

Fuentes de la Casa de América dijeron por la tarde que estaban convencidos hasta el último momento de que Gabo iba a intervenir y que ignoraban que pensaba hablar el jueves. "Pensábamos incluso que se iba a ir de Madrid hoy". Restaron importancia al silencio del escritor. "Para nosotros es muy importante que respalde esta iniciativa de la Sociedad de Autores sobre el espacio iberoamericano. Estamos contentos de que esté como él quiera, hablando o no".

Mañana por la mañana intervendrán en un debate sobre la creación iberoamericana en el final de siglo y las perspectivas que tiene ante el nuevo milenio Ramiro Osorio, ex ministro de Cultura de Colombia; el brasileño Renato Ortiz, y los españoles Fernando Vicario, José Antonio Fernández y Francisco Galindo, entre otros. Moderará la mesa el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés. El ex presidente del Gobierno Felipe González hablará de la mirada política sobre la creación iberoamericana e intervendrán en la clausura Teddy Bautista, Manuel Gutiérrez Aragón y el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy.

La tribu de la sensibilidad

José Saramago recordó ayer al pintor ecuatoriano recientemente fallecido Oswaldo Guayasamín. "Nosotros, los pintores, los músicos, los dramaturgos, los escritores, los bailarines, los lectores formamos la tribu de la sensibilidad. No lo he inventado yo, pero es una buena fórmula. Es la única tribu en que la sensibilidad es un ingrediente total. Los iberoamericanos no somos una parte privilegiada de esta tribu, pero podemos definirnos por una serie de matices, como el mestizaje, que no se da en otras partes del mundo".

El premio Nobel portugués hizo una encendida defensa de la mezcla y el mestizaje. "Cuando todos seamos mulatos se habrán acabado los problemas del mundo". Saramago habló de su libro La balsa de piedra, en el que sueña a una península Ibérica que se separa de Europa para situarse entre África y América del Sur. "Hay que acercarse al sur porque es una forma de sentir y comprender el mundo".

El escepticismo creativo del Nobel portugués

José Saramago habló de la cultura de la frivolidad y de la trivialidad que se ha instaurado en la sociedad. "Nos está invadiendo y nos quita lo más preciado que tenemos: pensar y sentir". Reivindicó con pasión el pensamiento serio.

"Soy escéptico, pero de ese escepticismo saco fuerzas para pensar que las cosas tienen que cambiar. Si eso no es posible, no tendré más remedio que pensar que mi escepticismo tenía razón", afirmó el autor de Ensayo sobre la ceguera y Memorial del convento, entre otros títulos. "Hay que saber quiénes son los lectores y dónde están. Siempre serán minoría, pero son como un fermento", afirmó el premio Nobel portugués.

Sus palabras llenas de esperanza sobre el hombre, la cultura y el futuro, que arrancaron aplausos de los asistentes al Foro de la Sociedad General de Autores, mostraron que, pese al pesimismo del que suele hablar en tantas ocasiones, es bastante optimista. "El ser humano crece en su interior".

"No hay identidad iberoamericana, sino una gran riqueza de diferencias que a veces son complementarias y a veces son contradictorias. Tenemos una cultura inmensa que viene de muy atrás y en la que está la española, la portuguesa y la indígena".

El cine y la música, muchas esperanzas y batallas

R. M, Madrid
"Si hemos llamado a estas jornadas La fuerza de la creación iberoamericana es porque creemos realmente que es una fuerza, una fuerza nuclear en nuestra comunidad, que se alimenta constantemente y que crece en potencia cada año, como lo demuestra la música", dijo ayer el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón en el Foro sobre La fuerza de la creación iberoamericana . "Nuestra creación es inagotable, adonde va contamina y donde está enriquece. Por eso es puro futuro: les convido a creerme cuando digo futuro, como canta Silvio Rodríguez".

"En el cine tenemos esperanzas y mucha batalla que dar porque estamos en un lugar frágil. Se conocen muchos datos sobre este desequilibrio: la recaudación bruta de taquilla en la región iberoamericana es en un 80% de origen norteamericano, por ejemplo. O que el año pasado los países del ámbito iberoamericano se gastaron 2.500 millones de dólares [cerca de 400.000 millones de pesetas] comprando productos audiovisuales, en un 90% a Estados Unidos".

"En España", añadió Gutiérrez Aragón, "donde el número de espectadores cayó año tras año desde 1968, ha comenzado a incrementarse de nuevo desde 1988, un incremento que tiene mucho que ver con la recuperación de la cuota de pantalla del cine español e iberoamericano y con la aparición de una nueva generación de cineastas, pero todavía no alcanza a lo que representaba entonces".

Un Davos de la cultura

"Si hay un Davos de la economía también debería haber un Davos de la cultura", dijo Teddy Bautista, presidente del consejo de dirección de la SGAE. La Sociedad General de Autores ha convocado este foro para conmemorar el centenario de su fundación. "Cada año queremos convocar a quienes tienen propuestas para la reflexión y la acción".

La SGAE tiene 50.000 miembros "agitadores, conspiradores y compañeros de viaje para poner en el mundo un lobby -para eso el inglés sirve- de nuestra cultura", añadió. "Se trata de hacer inventario, quiénes somos, dónde estamos y adónde vamos, y con este espíritu constituirnos para abordar el siglo XXI".

El director de la Casa de América, Tomás Rodríguez Pantoja, agradeció el "foro que defiende la cultura iberoamericana". "La cultura es el elemento que realmente nos une, es la única expresión que viene de forma directa del pueblo".

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz- Gallardón, se declaró "conmovido por participar en el acto". "La fuerza de la creación iberoamericana es la fuerza de sus autores", que deben ser unos "fustigadores al servicio de la libertad, fieles a sus convicciones y siempre desde su capacidad artística".

Ruiz-Gallardón habló de una política cultural abierta a todos, que debe estar "al margen de las leyes". "Hay que estar orgullosos de la cultura del mestizaje".

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