Domingo 
10 octubre 
1999 - Nº 1255
 
 
 
 
 
 
INTERNACIONAL
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Argentina prepara su adiós al peronismo 

El candidato radical, Fernando de la Rúa, es el favorito en las encuestas para las presidenciales del día 24 

FRANCESC RELEA , Santiago 
Los argentinos asisten con indiferencia al último tramo de la campaña electoral antes de acudir a las urnas el 24 de octubre para elegir al presidente de la República de los próximos cuatro años. La apatía denota el poco entusiasmo que despiertan los candidatos en la población, que, por otra parte, acusa el cansancio de tanto electoralismo en la vida política. En la práctica, Argentina está en campaña desde hace más de un año, desde que el presidente Carlos Menem anunció su intención de postularse para un tercer mandato consecutivo, a pesar de que la Constitución lo prohíbe. La controversia sobre la llamada "re-re" (de re-reelección) fue durante meses el tema que atrajo mayor atención de la clase política. Menem no tiró la toalla hasta junio de este año, cuando se proclamó la candidatura peronista a la presidencia y vicepresidencia de la República, aunque advirtió de que se presentará de nuevo en las elecciones del 2003. Antes de que sonara el disparo de salida, Menem había condicionado sobremanera la campaña electoral, especialmente en las filas del gubernamental Partido Justicialista (PJ-peronista), cuyo candidato, Eduardo Duhalde, entró en liza enfrentado al presidente.
 
 

Las pugnas internas del peronismo y 10 años en el poder han beneficiado a la oposición. A dos semanas de las elecciones generales, pocos dudan de que el próximo presidente de Argentina será Fernando de la Rúa, lo que rompería el monopolio peronista de la última década. La última encuesta electoral, publicada por el diario Clarín , le da 11,1 puntos de ventaja en la intención de voto en todo el país; 44,2% frente al 33,1% que obtendría Duhalde. Otras encuestas apuntan una ventaja superior a los 15 puntos. En la ciudad de Buenos Aires, de la que De la Rúa es jefe de Gobierno, le otorgan una diferencia nada menos que de 40 puntos sobre su adversario. Y la abrumadora distancia que establecen los sondeos sólo aporta desinterés a la campaña.
 
 

Pero, ¿quién es el candidato que encabeza todas las encuestas? Fernando de la Rúa nació en Córdoba el 15 de septiembre de 1937. Casado y con tres hijos, es profesor de Derecho Procesal en la Universidad de Buenos Aires. Entró en política muy joven. A los 18 años se afilió a la Unión Cívica Radical (UCR), y a los 26 formó parte del Gabinete de Arturo Illia entre 1963 y 1966. Senador y diputado, desde el 30 de junio de 1996 es el primer jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires elegido, desde la fundación de la ciudad, hace más de cuatro siglos. Poeta de joven e hincha del Boca Juniors, preside el comité nacional de la UCR.
 
 

Se reprocha a De la Rúa su falta de carisma y su imagen de aburrido. Hasta tal punto que en uno de los spots de la campaña electoral alude directamente al tema: "Dicen que soy aburrido. Pues bien, se va a acabar la fiesta para unos pocos, para los que andan con Ferrari...". "No soy ningún aburrido. Pero no voy a admitir el jolgorio, la frivolidad, la fiesta para unos pocos cuando tantos sufren", suele repetir en sus intervenciones. Es la antítesis del caudillo que representa Carlos Menem, que durante años ha sido amo y señor del peronismo. De la Rúa no puede decir lo mismo en el radicalismo. En su propio partido hay políticos más carismáticos que él, como Raúl Alfonsín.
 
 

Sus detractores le consideran lento de reflejos a la hora de tomar decisiones, lo que le ha permitido cometer menos errores. "Nuestra sociedad condena la corrupción, quiere que se termine y yo voy a terminar con ella". De la Rúa ha hecho de la lucha contra la corrupción el caballo de batalla de su campaña. Promete investigar con efectos retroactivos los grandes escándalos de la época menemista como el contrato IBM-Banco Nación, la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador violando el embargo decretado por la ONU, o las irregularidades en la aduana. Pero en los últimos actos electorales, el candidato de la Alianza para la Educación y el Trabajo (coalición de la UCR y el Frepaso) ha dado un paso más y ha amenazado con investigar al candidato peronista y principal adversario, Eduardo Duhalde, que desde 1991 es el gobernador de la provincia de Buenos Aires. "Hay que investigar todo en esta gestión", advirtió recientemente. "Qué pasó con Duhalde en la policía provincial, por qué nombró a un hombre que había defendido a un delincuente". De la Rúa se refería a Héctor Lufrano, exabogado del capo de una banda Luis Gordo Valor, nombrado secretario de Seguridad, que presentó la dimisión tras el escándalo que causó su designación.
 
 

"La base de la República es la ética y hay que hacer que la gente recupere la confianza en el Estado, en la ley, en la justicia, en los gobernantes. Es un cambio importante que precisa ejemplaridad, austeridad y virtud, pero también habría que destacar las cosas buenas que existen", ha dicho. Pero hasta ahora De la Rúa no ha conseguido explicar qué va a cambiar en el terreno económico, lo que vaticina continuidad de la convertibilidad peso-dólar, la espada de Damocles de la economía argentina.
 
 

Si gana, no lo tendrá fácil. El Senado y la mayoría de las 23 provincias están en manos del Partido Justicialista; la Alianza está en minoría en la Cámara de Diputados, y la Corte Suprema está formada por jueces leales a Menem, quien podría llegar a convertirse en un peligroso líder de la oposición. 

El ascenso de la Alianza 


La Alianza se presentó en sociedad el 26 de octubre de 1997 en las elecciones que renovaron la mitad de la Cámara de Diputados. La coalición formada por la UCR y el Frepaso (Frente País Solidario) aglutinaba a un partido político histórico en Argentina como el radicalismo y a un heterogéneo bloque de disidentes del peronismo, grupos de izquierda y democristianos.
 
 

La Alianza obtuvo el 45,7% de los votos frente al 36,2% del Partido Justicialista (PJ). La victoria fue especialmente contundente en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires y significó el despegue político de Graciela Fernández Meijide, líder del Frepaso, que pronto se situó, según las encuestas, en cabeza de las preferencias electorales de los argentinos. Pero con las elecciones internas de la Alianza llegó la sorpresa: Fernández Meijide (36% de los votos) fue derrotada por De la Rúa (64%) para suceder a Menem.
 
 


 
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