'Toma Ketama', nuevo disco del grupo, refina su sonido
más hondo
Los Carmona incluyen colaboraciones de Caetano Veloso y Pepe Habichuela
FIETTA JARQUE, Madrid
Los miembros de Ketama se han tomado con calma y seriedad su nuevo
trabajo. Su disco, Toma Ketama, lima el sonido y el estilo propio
del grupo para darle una atmósfera más cuidada, más
limpia y honda. Cercana a ritmos latinos más que a otro tipo de
conexión. "Nosotros venimos de una música culta, muy gitana
y flamenca y, aunque tenemos elementos latinos, no seríamos nunca
como Chayanne o Ricky Martin", dice Antonio Carmona.
Desde la izquierda: Juan, Josemi
y Antonio Carmona, ayer en Madrid (L. Magán)
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Hace dos años, Ketama sacaba su disco Konfusión, en
el que introducía las aristas de la música funky entre
temas que seguían respondiendo al lenguaje musical del grupo, con
bases de flamenco y pop. Un título ambiguo para un trabajo de punteos
precisos. Ahora, en Toma Ketama, "una especie de grito de guerra",
comenta Juan Carmona, se invierte la relación. Once canciones con
el sello de Ketama, pero envueltas en una atmósfera más suave
y arreglos refinados. La producción de este álbum la han
compartido con Cachorro López, ex miembro del grupo argentino Abuelos
de la Nada, de la banda de Charly García y productor de los mexicanos
Caifanes y Molotov, además de la cantautora Mercedes Sosa. "Es un
disco con una producción muy cuidada, un disco muy mimado", afirma
Josemi Carmona. "Con Cachorro le hemos dado la vuelta a cada tema una y
otra vez, hasta que conseguimos lo que queríamos. Pero eso no significa
que no sea un disco cañero".
Además de la producción de Cachorro López, cuenta
también con las colaboraciones del cubano Pavel Urquiza, el uruguayo
Jorge Drexler y el brasileño Caetano Veloso. Pero Antonio Carmona
dice que eso no significa que esté orientado a un mercado latinoamericano.
"Nosotros no hacemos los discos enfocados a ningún público
o mercado del mundo. Somos gitanos y flamencos y, por mucho sonido hindú
o americano que le pongamos, seremos siempre gitanos flamencos", afirma.
Para reforzar esa idea, el disco cuenta con otros dos nombres distinguidos
dentro del flamenco, la guitarra de Pepe Habichuela en una versión
del clásico de Triana, El Lago, y José Soto Sorderita
en Soledad.
Ojos en Norteamérica
Aunque Juan Carmona reconoce que sí les interesa entrar en el
mercado norteamericano, su hermano Antonio matiza: "Venimos de una música
más culta, y creo que nuestro público, aun en toda América
Latina, será un público culto que conozca el flamenco. No
llegaremos a un público masivo como Chayanne o Ricky Martin. Nuestro
trabajo mira más hacia dentro, que es donde están las cosas
buenas, y no hacia el mercado o la moda".
"Los temas de Toma Ketama hay que escucharlos varias veces",
continúa Antonio. "Pero así es con casi todos nuestros discos:
no se captan bien a la primera, hay que ir descubriendo los detalles, salvo
algún tema como No estamos locos, pero creo que no habrá
nunca otro como ése para nosotros".
Después de 18 años juntos, Ketama sabe bien qué
es lo que le interesa. "Ha habido muchos cambios en Ketama desde que empezamos",
recuerda Antonio con una sonrisa irónica. "Desde que llegamos con
nuestra primera maqueta a una multinacional y nos dijeron que nos fuéramos
con eso p'al Retiro, a todo lo que ha pasado después. Nosotros
ya teníamos una música y un sello muy personal que no ha
cambiado. Hemos ido madurando y ahora nos da risa ver vídeos de
cómo éramos entonces".

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