Premio al coraje de Joan Garcés
El abogado que impulsa los sumarios contra Pinochet
recibe el Estocolmo el 'Nobel alternativo'
RICARDO MORENO , Estocolmo
Joan Garcés, durante una conferencia de
prensa el miércoles en Estocolmo (Ap).
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Su discurso ante el Parlamento de Suecia fue un alegato implacable contra
los crímenes de Estado. Joan Garcés, el abogado valenciano
gran impulsor de los sumarios contra el general Pinochet, recibió
ayer en Estocolmo el premio de la Fundación Right Livelihood, más
conocido como Premio Nobel alternativo. Este galardón fue
creado en 1980 por un filatélico sueco-alemán y desde entonces
distingue a personalidades que se han significado por la defensa de los
derechos humanos y a organizaciones empeñadas en la defensa de la
naturaleza.
"El asesinato en masa, la tortura generalizada, el terrorismo selectivo,
el terror indiscriminado, han sido utilizados de modo sistemático
en todos los continentes como instrumentos de política interior
o exterior. Y lo siguen siendo". Con estas palabras, Garcés, que
colaboró con Salvador Allende y milagrosamente pudo abandonar el
palacio de la Moneda cuando las tropas de Pinochet lo asaltaron en septiembre
de 1973, pidió ayer un compromiso para desarrollar el Estado de
derecho en el ámbito internacional, "ya que es la forma económicamente
menos costosa, y socialmente más rentable, de prevenir y sancionar
los crímenes contra la humanidad".
En muchos casos, dijo el jurista español, se ha tratado de legitimar
esos crímenes con supuestas "doctrinas", que hemos visto denominar
de "seguridad nacional", de "interés nacional" o de "identidad racial".
"Tales doctrinas son una simiente dispuesta a germinar en nuevos crímenes
y una espada de Damocles sobre pueblos enteros", agregó este abogado
de 54 años, que ha contribuido a que el general Pinochet sienta
el peso de la justicia y esté desde hace más de un año
en Londres pendiente de una demanda de extradición que podría
sentarle ante un tribunal español.
En su vehemente condena de los crímenes cometidos contra la humanidad
a lo largo de este siglo, el jurista español precisó: "La
detención, a efectos de extradición, de Augusto Pinochet,
instada por la justicia española el 16 de octubre de 1998, la concesión
de su extradición por la justicia británica el 8 de octubre
de 1999, son un ejemplo de que la comunidad internacional ha dotado a la
justicia de los Estados de instrumentos jurídicos para sancionar
a los máximos responsables de crímenes de esta naturaleza,
incluidos los jefes de Gobierno y de Estado". En su discurso, Garcés
rindió homenaje a la memoria del embajador de Suecia en Chile durante
el golpe de Estado de Pinochet, Harald Edelstam, "que salvó centenares
de vidas con peligro de la propia".
En los días previos a la entrega del galardón, en las
diversas entrevistas mantenidas con los medios de comunicación de
Suecia, Garcés puso el acento en el carácter profesional
de su actuación en el caso Pinochet. Momentos de emoción
se vivieron en el encuentro con un grupo de exiliados chilenos residentes
en Suecia que portaban carteles con el retrato de algún familiar
desaparecido durante la dictadura de Pinochet. Juana García, que
tiene un hermano en esa condición, dijo que "lo buscará hasta
el último momento de su vida", y elogió la actuación
de Garcés, "un hombre que es un ejemplo de dignidad, del que debería
haber muchos como él".
Este año, el llamado Nobel alternativo, que tiene una
dotación de unos 40 millones de pesetas, ha sido adjudicado a Garcés
y a dos organizaciones, el Grupo de Agricultura Orgánica (GAO) de
Cuba y al Programa para la Consolidación de la Región del
Amazonas (COAMA). El premio de honor, que se otorga simultáneamente
cada año, recayó en el científico alemán Hermann
Scheer, fundador de Eurosolar, "por sus infatigables trabajos de promoción
de la energía solar y de denuncia de los obstáculos políticos
e institucionales que han impedido una mayor extensión y desarrollo
de ese tipo de energía".
El Right Livelihood Award, creado por Jakob von Uexkull hace casi veinte
años, ha adquirido un prestigio creciente y merecido. Von Uexkull
siempre ha dejado claro que nunca fue su intención "competir" con
los tradicionales y mundialmente famosos premios creados por Alfred Nobel.
Y menos la de acogerse a la sombra de su prestigio con esa denominación,
que no inventó él.
Sin duda que hay en ambos galardones una base común de idealismo.
Jakob von Uexkull pensaba que las categorías de los Nobel abarcaban
una franja social un tanto estrecha que dejaba fuera conocimientos y trabajos
de gran importancia para la supervivencia y el futuro de la humanidad.
Y por eso su premio está dirigido a "honrar y dar apoyo (moral y
económico) a todos aquellos que den respuestas prácticas
y ejemplares a desafíos concretos actuales".
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