El País Digital
Jueves 
6 enero 
2000 - Nº 1343
INTERNACIONAL
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El exilio cubano en Miami se lanza a las calles y acusa al Gobierno de Clinton de traición 

"Hemos construido esta ciudad y ahora la destruiremos", decía enfurecida una mujer 

ROSA TOWNSEND, Miami 
Los exiliados cubanos se lanzaron ayer indignados a las calles de Miami en protesta por la repatriación de Elián González a Cuba, en una de las mayores movilizaciones que ha vivido esta ciudad en su historia reciente. Miles de hombres, mujeres, ancianos y niños, trabajadores y empresarios, salieron en pie de guerra contra el Gobierno de Clinton, acusándole de traicionar a los cubanos para complacer a Fidel Castro y de violar las leyes nacionales e internacionales. Hubo momentos de gran tensión y enfrentamientos esporádicos que, hasta el cierre de esta edición, no habían desembocado en actos de violencia. "Hemos construido esta ciudad [Miami] y ahora la destruiremos", decía enardecidamente una mujer. 
 
El vehículo en el que la familia de Elián se dirige 
a el Servicio de Inmigración en Miami (Ap).
Por su parte, la familia de Elián intentó ocultar al niño para protegerlo del circo mediático que se vivió a lo largo de todo el día, que incluyó helicópteros con cámaras siguiendo en directo los movimientos de la familia desde que sacaron a Elián del colegio al que comenzó a asistir el lunes. 

La noticia se corrió como la pólvora desde primeras horas de la mañana. Las radios cubanas y las estaciones de televisión se conviertiron en altavoces de los "líderes del exilio" para convocar al cerca de un millón de exiliados que vive en Miami. "Bill Clinton y Janet Reno están cometiendo un delito de prevaricación, violando las leyes a sabiendas. Esto no puede quedar impune, es el momento de que todos los dirigentes en el exilio se reúnan urgentemente para convocar la mayor manifestación del exilio en cuarenta años", dijo a media mañana el congresista cubano-americano Lincoln Díaz-Balart, que desde la muerte de Jorge Mas Canosa, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, se ha convertido en la voz más influyente de los cubanos en Estados Unidos.
 
 

"Justicia y libertad"
 
 

Ya al mediodía las calles aledañas al edificio del Servicio de Inmigración (INS) estaban tomadas por cientos de personas enarbolando banderas cubanas y gritando "justicia y libertad", iracundos y heridos. Muchos prometían venganza por la acción de Washington: "Hemos construido Miami y ahora la destruiremos", decía enardecidamente una mujer.
 
 

El sentir más generalizado es que se trata de una trampa para burlar el proceso legal de inmigración días antes de una audiencia prevista para revisar el caso de Elián. Los ánimos estaban tan caldeados que las autoridades desplegaron un gran operativo de seguridad en el centro de la ciudad y en la Pequeña Habana, el enclave cubano por excelencia, pero no pudieron evitar la paralización del tráfico en algunas áreas. También estaban acordonados todos los accesos a la casa de los familiares con los que vive Elián en Miami, donde se respiraba un ambiente de funeral retrasmitido en directo por todos los canales de televisión.
 
 

Mientras Elián estaba en el colegio, por su casa desfilaron políticos y dirigentes de las numerosas organizaciones anticastristas de Miami y sirvió asimismo como punto de concentración cívica. Allí estaban, entre otros, la congresista cubano-americana Ileana Ross-Lehtinen y José Basulto, presidente de Hermanos al Rescate, la organización que durante años ha sobrevolado el cielos entre Miami y Cuba en busca de balseros. "Es hora de que salgamos a las calles. Hay que hacer una demostración para paralizar Miami porque lo que ha hecho el Gobierno es un ataque a la dignidad de los cubanos".
 
 

El principal reproche, según Lehtinen, es que la decisión ha sido "un veredicto sin juicio previo". "Éste es un país de leyes y sin embargo no se ha dado oportunidad a la familia a que tenga un proceso justo". Los abogados de Elián en Miami habían solicitado su asilo político y estaba prevista una audiencia ante el Servicio de Inmigración el próximo día 21, que ahora queda anulada.
 
 

El miércoles, poco después de conocerse la decisión de repatriarlo antes del día 14, un abogado de la familia de Elián anunció que iban a apelar la decisión solicitando a un juez federal una vista de urgencia para detener el proceso. La moción ante el tribunal federal de Miami también pedirá a Janet Reno que se atenga a las leyes de inmigración.
 
 

Igualmente queda en el aire por el momento otra iniciativa del Congreso, que preveía la discusión de una ley el 24 de enero para otorgarle la ciudadanía estadounidense a Elián. La familia se enteró a las siete y media de la mañana por una llamada de los funcionarios federales, según relataba casi con lágrimas un tío de Elián, Delfín González. "El Gobierno de este país le ha hecho caso a un caprichito de Castro que a los dos días de que el niño llegue a Cuba se olvidará de él. Le pedimos al Gobierno que recapacite, porque esta injusticia la van a arrastrar durante siglos". 

Prudencia en el Gobierno de La Habana y alivio entre la población 

REUTERS, La Habana 
Los cubanos reaccionaron ayer con alegría y alivio ante la decisión de Estados Unidos de devolver a Cuba a Elián González, el niño balsero de 6 años, después de que durante más de un mes se hubieran manifestado casi diariamente bajo el lema "Liberar a Elián". Desde la isla se exigía ayer a que Elián fuese devuelto lo antes posible, pero a su vez se temía una dura reacción del exilio cubano en Miami, que hasta la fecha ha aprovechado el caso para atacar con dureza al régimen de Fidel Castro.
 
 

Mientras en las calles se vivía con euforia la noticia, el Gobierno cubano guardaba silencio y reclamaba prudencia ante la decisión del servicio de Inmigración de EE UU (INS) de que Elián debe estar con su padre, Juan Miguel González, ya que, advirtió, ese anuncio podría causar un "excesivo optimismo".
 
 

"Lo correcto es otorgarle la custodia al padre. Se debería haber hecho ya hace tiempo", manifestó Julio González, un dependiente de 57 años de La Habana. "La retención del niño fue una locura llevada a cabo por el exilio de Miami con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos". "Ahora, en Miami, van a tener que tragarse sus propias palabras", añadió Rafael Rodríguez, un profesor de instituto de 49 años.
 
 

El Gobierno cubano organizó una campaña sistemática de protestas callejeras diarias, muchas de las cuales se llevaron a cabo frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
 
 

Como residuo de las hostilidades de la guerra fría, el Gobierno de Castro y la comunidad cubano-americana de Miami han batallado durante un mes largo en lo que ha sido la custodia más politizada que ha vivido el Estado norteamericano de Florida.
 
 

"Finalmente, se va a hacer lo correcto. Su gente lo está esperando", manifestó el profesor Rodríguez. "Espero que regrese pronto para que de esa forma el trauma psicológico que ha vivido sea mínimo", puntualizó Rodríguez. "Ya podemos mandar estas camisetas a Miami", ironizaba un cubano señalando una en la que aparece la cara sonriente del niño con el lema "Salvar a Elián". 

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