![]() Domingo 30 enero 2000 - Nº 1367 |
CULTURA
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estrella de los Goya Los filmes 'Solas', de Zambrano, y 'Goya en Burdeos', de Saura, logran cinco premios cada uno La noche del cine español tuvo ayer un claro protagonista. Fue Pedro Almodóvar, quien por fin recibió el ansiado espaldarazo de la Academia del Cine. Su película, Todo sobre mi madre, obtuvo el mayor número de premios Goya: siete. Entre ellos, el galardón a la mejor película y al mejor director. Otros dos filmes, Solas, del novel Benito Zambrano, y Goya en Burdeos, de Carlos Saura, se llevaron la mayoría de los goyas restantes. Cinco cada uno de ellos. Los galardones fueron entregados por primera vez en Barcelona. La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda, se tuvo que conformar con un Goya, mientras que Cuando vuelvas a mi lado, de Gracia Querejeta, no logró ninguno. ELSA F.-SANTOS, Barcelona
El premio, por supuesto, se lo dedicó a su madre. Era la noche
que él anhelaba, la que le impidió estar tranquilo al entrar
en el Auditori y para la que se reservó toda la emoción.
Almodóvar, siempre locuaz, se quedó por una vez sin palabras.
La primera señal de que iba a ser una noche para Almodóvar
llegó con el Goya a Esther García, directora de producción
de Todo sobre mi madre y una de las mujeres de confianza
del director. El abrazo de Antonia San Juan y la premiada provocó
la explosión de alegría en los rostros del equipo de la película.
Los ánimos empezaron a relajarse.
Aunque por un momento parecía que Solas, de Benito Zambrano,
podía robarle la noche a Almodóvar al ganar el Goya al mejor
guión original, todo siguió su curso y el director de Mujeres
al borde de un ataque de nervios tuvo por fin una noche dulce en los
premios que conceden los miembros de la Academia Española. El equipo
de Solas , con cinco goyas, estaba también eufórico.
Todo el mundo parecía haber ganado anoche. Y sólo Francisco
Rabal, ganador del Goya al mejor actor por Goya en Burdeos, reprochó
después de sus agradecimientos que Carlos Saura, el director de
la película, no estuviera entre los candidatos a la mejor dirección.
"Me sorprende que con una película tan creativa no se haya reconocido
el trabajo de Carlos Saura, como hasta ahora no se le había reconocido
el trabajo a Almodóvar". Vestido con una estridente camisa roja
bajo la negra americana, Rabal recogió la estatuilla en uno de los
momentos más emotivos de la noche, cuando la sala en pie le dedicó
una cerrada ovación. Le acompañaron en el escenario su esposa,
Asunción Balaguer, y su nieto, Liberto Rabal.
Pero la noche de los XIV Premios Goya había arrancado, como cada
año, una hora antes de la retransmisión de la gala por televisión,
que fue a las once de la noche. Poco antes de las diez empezó en
las puertas del Auditori de Barcelona el siempre divertido paseíllo
de estrellas. Cientos de personas recibieron con vítores a los actores,
actrices y cineastas que acudieron a la noche del cine español.
Eduardo Noriega y Jordi Mollà provocaron las mayores histerias,
a Massiel le cantaron el La la la y Pedro Almodóvar tuvo
una vez más al público de su parte desde el primer minuto.
Entre los candidatos a los Goya se mezclaron políticos como el alcalde
de Barcelona, Joan Clos; el ministro de Educación y Cultura, Mariano
Rajoy; Xavier Trias y Jordi Vilajoana, consejeros de la Presidencia y de
Cultura de la Generalitat, respectivamente; el portavoz socialista en el
Parlamento catalán, Pasqual Maragall; la ex ministra de Cultura
Carmen Alborch, y el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel
Cortés.
Los primeros premios de la noche tuvieron a Solas y a Goya
en Burdeos como protagonistas. La película de Carlos Saura obtuvo
de entrada los premios al mejor diseño de vestuario, el mejor maquillaje
y peluquería, mejor fotografía y la mejor dirección
artística. Más tarde se conoció que Francisco Rabal
había sido considerado por la Academia como el mejor actor protagonista.
La película de Benito Zambrano recibió los galardones
a la mejor actriz revelación (Ana Fernández), mejor actor
revelación (Carlos Álvarez), mejor actriz de reparto (María
Galiana), mejor guión original y a la mejor dirección novel.
El director andaluz, como hizo hace un año en el Festival de Berlín,
recogió su premio personal con un saludo torero. Zambrano agradeció
a su familia "el pan", saludó a su pueblo, Lebrija, recordó
el apoyo de los 800.000 espectadores que ya han visto su película.
Almodóvar y Zambrano, que se habían abrazado al encontrarse
antes de la gala, recordaron que sus películas eran su homenaje
a las mujeres y a todas las formas de maternidad.
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