![]() Martes 28 marzo 2000 - Nº 1425 |
CULTURA
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Almodóvar y 'American beauty' triunfan en los Oscar Los premios de la 72ª edición resultaron ser los más progresistas que se han concedido en los últimos años JAVIER VALENZUELA, Los Ángeles
Almodóvar subió al escenario del Shrine Auditorium, dijo
"Esto es para España" y agradeció su mediación a una
letanía de vírgenes y santos. Fue una escena puramente almodovariana.
Los nervios del gran momento para el que llevaba meses preparándose
vencieron al cineasta manchego, al que el siempre muy profesional Antonio
Banderas tuvo que arrastrar fuera del escenario. Y el público, que
con una gran ovación había confirmado su simpatía
por la decisión de la Academia, no entendió nada de lo que
dijo en inglés Almodóvar. Billy Cristal, el presentador de
la gala, lo subrayó chistosamente, al afirmar que el español
había convertido al italiano Roberto Benigni en "un profesor de
inglés".
Pero, bueno, lo importante es que en Hollywood se descorchó el
champán preparado para la consagración de Almodóvar.
La Meca del cine tenía ganas de premiar al cineasta español
y este año era el ideal. Como buena parte de las clases medias norteamericanas
y occidentales, las gentes que mandan en Hollywood han resucitado ese espíritu
que hace unas décadas se llamaba hip, y ahora, cool.
¿Y qué es eso? Pues no ser casposo, sino divertido, tolerante,
rebelde, joven de edad o de espíritu.
En la madrugada de ayer ganó American beauty porque es
una película en la que un cuarentón, en búsqueda de
la eterna juventud, deja el trabajo, vuelve a fumar marihuana y flirtea
con una amiga de su hija. O sea, es muy cool. Y puesto Hollywood
a pensar en películas extranjeras, ¿cuál es más
cool que las de Almodóvar, con monjas con sida y padres que
son travestis? Se cumplió el sondeo de The Wall Street Journal.
Los premios estuvieron muy repartidos, pero American beauty, el
agridulce retrato de la vida en los suburbios de las clases medias norteamericanas,
se llevó cinco oscars: mejor película, mejor director
(Sam Mendes), mejor actor (Kevin Spacey), mejor cinematografía (Conrad
Hall) y mejor guión original (Alan Ball). Otro producto inequívocamente
cool, The Matrix, fue el segundo cosechador en cantidad de
estatuillas, con cuatro para su sonido, montaje y efectos especiales.
Uno de los chistes más reídos de Billy Cristal fue cuando
dijo saber lo que estaba pensando Jack Nicholson: "Yo todavía soy
el más cool en la sala". Estaba claro que Hollywood deseaba
presentar su rostro más iconoclasta. Robin Williams cantó
Blame Canada y le fue rendido un homenaje a Warren Beatty, tan célebre
por sus proezas sexuales como por su militancia en causas liberales. Su
esposa, Annette Bening, no ganó el Oscar a la mejor interpretación
ni tampoco rompió aguas en el Shrine Auditorium, pero fue una de
las reinas de la velada.
Diversidad
Cuando recibió la estatuilla al mejor guión adaptado por
Las normas de la casa de la sidra, el escritor John Irving agradeció
a la Academia su valentía "al premiar una película sobre
el aborto". Es difícil que ese filme, por el que el veterano Michael
Caine se llevó la estatuilla al mejor actor secundario, hubiera
triunfado en los casposos tiempos de Ronald Reagan. "Sueño con el
día en que no sólo aceptemos nuestras diferencias, sino celebremos
nuestra diversidad", dijo Hilary Swank al recoger el Oscar a la mejor interpretación
femenina por Boys don't cry. Swank dedicó su premio a la
persona real en la que se inspira su papel: Teena Brandon, una joven que
vivió en Nebraska como un hombre antes de ser brutalmente asesinada
en 1993. Fue una de las grandes declaraciones de la velada.
La primera ceremonia de entrega de Oscar del siglo XXI, o la última del siglo XX, confirmó el renacimiento en EE UU del espíritu de los sesenta en una versión baja en calorías. Se inscribió en otros signos del fenómeno como la popularidad de Bill Clinton pese a sus aventuras sexuales en el Despacho Oval, o la simpatía con que fue acogida la revuelta de ecologistas y anarquistas contra la Organización Mundial de Comercio. O, por volver al mundo del espectáculo, el hecho de que Carlos Santana ganara el mes pasado un montón de grammys y su música se escuche por todo el país. Para rematar la faena, a los oscars les faltó galardonar a Buena Vista Social Club, el documental cubano de Win Wenders. Almodóvar arregló la cosa. Los sones cubanos dominaron la fiesta que celebró en una sala de Beverly Hills la gran victoria del cineasta español. También hubo toque flamenco y fue cosa digna de ver que tanta gente de tiros largos bailara en la madrugada californiana "De Granada a Casablanca, entre ritmo y fantasía, un gitano canta a mi Andalucía". ¿Hay algo más cool?. F. MORALES, Madrid
Canal + había preparado para la ocasión una gran fiesta
homenaje. A partir de las once de la noche del domingo, el Casino de Madrid
albergó un desfile de personajes famosos y gentes vinculadas al
director manchego y al mundo del cine, que se reunieron allí para
vivir una noche plena en emociones. A través de distintas pantallas
gigantes y monitores televisivos repartidos por todas las salas del Casino,
los más de mil invitados vivieron en directo la ceremonia que Canal
+ retransmitió para todos sus abonados.
Directores de cine tan conocidos como Alejandro Amenábar (Tesis),
Julio Medem (Los amantes del Círculo Polar), Mateo Gil (Nadie
conoce a nadie) o Juan Carlos Fresnadillo (autor del cortometraje candidato
al Oscar Esposados); actores y actrices como Ana Torrent, Kity Mánver,
Paz Vega, Miriam Díaz Aroca, Tristán Ulloa, Mirta Ibarra,
Elena Anaya y Francis Lorenzo, y personajes vinculados a la vida del oscarizado
cineasta, Alaska y Fabio McNamara, este último pareja artística
de Almodóvar durante sus años como cantante y al que durante
toda la noche se le vio nervioso y emocionado, se sumaron con su presencia
a esta gran fiesta del cine español. La primera sorpresa de la noche
fue la presencia de John Malkovich (En la línea de fuego
y Amistades peligrosas), que se encuentra en la capital española
ultimando los detalles del rodaje, el próximo mes de abril y bajo
el protagonismo de Javier Bardem, Elvira Mínguez y Juan Diego Botto,
de su primera película como director. Desde el set que la
cadena de pago tenía allí instalado, el popular actor departió
con Hilario Pino y Montserrat Iglesias sobre sus próximos proyectos
y, como no podía ser menos, sobre las posibilidades de Todo sobre
mi madre en esta entrega de los oscars. A este plató
también se acercaron, entre otros, Alaska, que habló del
mundo propio de Almodóvar; Alejandro Amenábar, que destacó
el sentido del humor del cineasta, y Kity Mánver, actriz que participó
en algunos de sus filmes.
Otra de las sorpresas que deparó la velada fue la actuación
en directo de Alaska, cantante que vivió junto a Pedro Almodóvar
los años dorados de la llamada movida madrileña. La
siempre peculiar artista interpretó, con su grupo Fangoria, algunos
de sus temas más conocidos y compartió escenario, tras muchos
años de separación y entre algunos sollozos, con Carlos Berlanga,
uno de los integrantes de Los Pegamoides.
Las horas pasaban y poco a poco los invitados iban tomando asiento o agrupándose en torno a los monitores televisivos para vivir el momento esperado. Por fin llegó y Pedro Almodóvar, tras acariciar la gloria con Mujeres al borde de un ataque de nervios, subió al escenario, y entre vírgenes y santos de todas las especies, agradeció este Oscar que premia al mejor y más internacional director español del momento. EL PAÍS, Madrid
Francisco Espinosa, alcalde de Calzada de Calatrava, anunció
su intención de preparar un acto institucional para el director,
que recibirá en breve el título de doctor honoris causa
por la Universidad de Castilla-La Mancha, honor que compartirá con
intelectuales de la talla de José Saramago y Umberto Eco, entre
otros.
Especialmente emocionada siguió la ceremonia su tía Cecilia
Almodóvar, que sigue viviendo en Calzada de Calatrava. "No sabía
si reír, llorar o gritar. Ha sido una emoción muy grande",
aseguró la tía del cineasta. Cecilia, de la que se rumorea
que podría salir en la próxima película de Almodóvar,
aseguró que a su sobrino "desde pequeño se le veía
lo listo que era".
Fuera de su pueblo, toda España se felicitaba por el triunfo
del director de Mujeres al borde de un ataque de nervios, hasta
el extremo de que el fax de la productora El Deseo se colapsó. Los
Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía; José María
Aznar, Jordi Pujol, Joan Clos y Miguel Ángel Cortés, entre
otros, enviaron sendos telegramas al equipo de Todo sobre mi madre.
También sus compañeros de profesión Carlos Saura,
Gonzalo Suárez y Vicente Aranda tuvieron palabras de elogio para
el premiado, aunque matizaron en sus declaraciones sus críticas
a los premios de la Academia de Hollywood. "No creo en los premios, incluidos
los míos", aseguró Saura. "Históricamente, los oscars
de Hollywood se otorgan con criterios comerciales. Por eso estos premios
no son para hacer reverencias", añadió Aranda.
Subasta solidaria
La productora El Deseo subastará todos los artículos de
la película Todo sobre mi madre a beneficio de Intermón.
Posters, banda sonora, copias del filme y el press book del filme,
firmado por Pedro Almodóvar, son algunos de los productos que serán
subastados. Las personas interesadas en pujar por los objetos de la película
podrán hacerlo a través de la página web de
Intermón (www.intermon.org).
Todo sobre mi madre, la película con la que Almodóvar ha ganado el tercer Oscar en la historia de la cinematografía española, ha recaudado en todo el mundo más de 9.000 millones de pesetas, según fuentes de la productora de Almodóvar. La última película del director manchego ha llevado a las salas a más de dos millones y medio de espectadores en España. |
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