El País Digital
Miércoles 
22 diciembre 
1999 - Nº 1328
SOCIEDAD
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España es el país con una menor tasa de fecundidad del mundo, según el INE 

Las mujeres en edad fértil sólo tienen una media de 1,07 hijos 

GABRIELA CAÑAS, Madrid 
Ni siquiera las predicciones más pesimistas han acertado con la realidad de España relativa a la fecundidad. Este país, situado desde hace años en el furgón de cola internacional, es hoy el que menos se reproduce. Según los resultados provisionales de la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística, sobre datos de 1998, España está en una tasa de 1,07 hijos por mujer fértil, la última del mundo. La mayoría de los niños nacen en el seno del matrimonio, ha aumentado ligeramente el uso de anticonceptivos, y el alto nivel de estudios de la mujer es un factor clave para tener menos hijos. 
 
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Italia y Hong Kong (esta última ahora integrada en China) han disputado a España desde hace años el último lugar del mundo en cuanto a tasa de fecundidad. Con centésimas de punto de diferencia, lo cierto es que España se convirtió ya en 1997 en el país de más baja fecundidad de la Unión Europea, con sólo 1,15 hijos por mujer.
 
 

Según los datos del informe de la Organización Mundial de la Salud de 1999 relativos al año anterior, España está situada en un furgón de cola que comparte con Italia, Bulgaria, República Checa, Rumania y Japón. El nuevo dato del INE, aún provisional, situaría a España por debajo de todos ellos.
 
 

En 1998 nacieron en España 361.930 niños. Ha sido el número de nacimientos más bajo de la reciente historia. Y representa la mitad de los registrados en 1970, año en que nacieron 663.667 niños. La curva descendente, con algún pequeño diente de sierra, cae en picado desde entonces.
 
 
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En 1997 se registró un repunte, con 7.600 nacimientos más que el año precedente, lo que hizo sospechar que quizá significara un cambio de tendencia.
 
 

La encuesta del INE, hecha en el primer trimestre de este año, demuestra que fue sólo una ilusión y que la caída puede ser aún mayor que nunca. La media de hijos por mujer en edad fértil (de 15 a 49 años) no garantiza ni de lejos la tasa de reemplazo generacional, fijada en 2,1, y que no se alcanza desde 1981.
 
 

"A la vista de estos datos, que hay que tomar con cautela porque ha sido una entrevista de respuesta voluntaria, no podemos ser muy optimistas", dijo ayer Pilar Martín-Guzmán, presidenta del INE, en la presentación de la encuesta.
 
 

La población española está prácticamente estancada desde hace 10 años. Según el censo de 1991, entonces había 39.433.942 españoles. A principios de 1998 el número era levemente superior: 39.852.651. De hecho, el pasado año en España hubo sólo 4.000 nacimientos más que defunciones, por lo que los técnicos del INE creen que el descenso vegetativo de la población, que se calculó para el año 2003, quizá ya haya comenzado.
 
 

En este terreno, las predicciones más bajas se han quedado siempre cortas. En 1986, un estudio demográfico elaboró tres proyecciones distintas para el futuro. El supuesto más bajo barajaba una tasa de fecundidad de 1,5 hijos por mujer, lo que llevaría a tener en el año 2001 hasta 39,9 millones de habitantes. Era la más ajustada y, sin embargo, posiblemente nunca se llegue a esa cifra.
 
 

Los nuevos datos del INE, elaborados con encuestas hechas sólo por mujeres entre 7.700 españolas, demuestran que un factor decisivo para tener hijos es el matrimonio, seguido de la educación, la religión y la actividad, por este orden.
 
 

El 90,6% de las casadas tienen al menos un hijo y sólo el 5,45% de las solteras ha tenido alguno. Este asunto supone una diferencia enorme con otros países del entorno, donde el número de hijos fuera del matrimonio es mucho más habitual. En los países nórdicos, el porcentaje de hijos extramatrimoniales se acerca al 50%.
 
 

Calendario universitario
 
 

El nivel de estudios es esencial. Como advierte la ONU, el mayor nivel educativo de las mujeres tiene un efecto directo en la menor natalidad de un país. En España, el número de hijos por mujer es de 3,19 para las analfabetas, que son una escasísima minoría. La tasa baja hasta el 2,72 para las que han asistido a la escuela menos de cinco años (sin estudios), 1,37 para las que tienen estudios primarios y para los siguientes niveles educativos está por debajo de 1. Las universitarias tienen una media de 0,72 hijos. Este último grupo de mujeres empieza a ser legión en España. En el curso 96-97 había 813.000 mujeres frente a 723.000 hombres cursando estudios universitarios.
 
 

La demógrafa Teresa Castro, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que participó en un estudio similar en 1995, advierte de que estos datos no siempre significan que las mujeres con estudios superiores tengan menos hijos. "Ése es el resultado global", explica. "Lo cierto es que las mujeres universitarias retrasan más su maternidad. Es una cuestión de calendario".
 
 

Las creencias religiosas son el otro gran factor que influye en la tasa de fecundidad. Las católicas, según este estudio, tienen un promedio de 1,29 hijos, las musulmanas, 1,23. Las católicas no practicantes tienen 1,01 hijos de media y las no creyentes o con creencias propias no llegan a tener un hijo como media. 

Exigencias de una paternidad generosa 

G.C, Madrid 
La bajada de la tasa de fecundidad es un fenómeno mundial. En 20 años, el índice de todos los países del planeta ha caído de 3,9 hijos por mujer a 2,7 y hay zonas amplias del planeta, como Europa, el Este asiático y ciertos países de América que también están muy por debajo de la tasa de reemplazo generacional, según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud.
 
 

¿Qué es lo que distingue a España del resto del mundo para tener uno de los niveles más bajos de fecundidad del globo? Probablemente, el hecho de que España registre la mayor tasa de paro de la Unión Europea tiene una influencia determinante. Los españoles se casan cada vez más tarde. Según los últimos datos, los varones contraen matrimonio a los 30 años y las mujeres, a los 28. Consecuentemente, los hijos llegan también más tarde. Esto es así porque las parejas necesitan terminar sus estudios y encontrar un trabajo estable antes de organizar su vida fuera del núcleo paterno.
 
 

Este objetivo es extremadamente complicado en España, donde la tasa de paro es del 15,45% de la población activa, y castiga, sobre todo, a los más jóvenes.
 
 

Para las nuevas familias, como indica la demógrafa del CSIC Teresa Castro, no sólo es importante que el varón halle un empleo; también es imprescindible que lo encuentre ella. Y aquí el objetivo es más difícil todavía, ya que la tasa de paro femenino es del 22,87%.
 
 

Según la Encuesta de Fecundidad 1999 dada a conocer por el INE, la mayor tasa de hijos por mujer fértil se da entre las mujeres dedicadas a las labores del hogar. Entre el casi millón y medio de paradas españolas se sitúa la tasa de fecundidad más baja, de poco más de 0,8 hijos por mujer.
 
 

"En España, las dificultades para criar a un hijo son extraordinarias", dice Celia Valiente, socióloga de la Universidad Carlos III. "Apenas hay ayudas estatales, y los hombres y las mujeres de hoy carecemos de una cosa fundamental para criar a los hijos: tiempo. Creo que hace falta analizar cómo la gente se plantea hoy la paternidad. Las expectativas son enormes.
 
 

Las parejas buscan lo mejor para sus hijos, en unos términos más elevados que nunca. Quieren tener tiempo suficiente para criarlos, quieren que tengan su habitación propia, quieren darles las mejor educación. Creo que deberíamos a empezar a analizar en las encuestas todo este tipo de cosas, porque el mayor nivel educativo ha disparado nuestras expectativas para los hijos de una forma inédita. La prueba es que las amas de casa tampoco tienen más de dos hijos. Porque ha cambiado el concepto de la crianza de los niños", afirma Celia Valiente. 

La mitad de las españolas dicen que no quieren tener más hijos 

G.C, Madrid 
La mitad de las españolas no quiere tener ningún hijo más. Algunas no quieren tener ni siquiera uno. El deseo maternal va cambiando con la edad, y los datos obtenidos respecto a las expectativas, en comparación con una encuesta similar de hace 14 años, son los únicos que despiertan una ligera esperanza de que los españoles eleven su nivel de reproducción.
 
 

Preguntadas sobre sus deseos, las españolas suelen decir que quieren tener dos hijos. Según la demógrafa Teresa Castro, es más un patrón social que un deseo individual. Pero los números no son siempre iguales y en ellos basa el INE su esperanza. Porque las mujeres más jóvenes son ahora las que parecen desear tener más hijos que antes. En el grupo comprendido entre los 15 y los 19 años, la media resultante de lo que las mujeres dicen desear es 2,15 hijos. Esta tasa era de sólo 1,88 hace 14 años. Igualmente, parecen ligeramente más partidarias de tener hijos las mujeres de 20 a 24 años, que en 1985 ofrecían una media de 1,94 hijos deseados, cifra que ahora llega a 2,11.
 
 

A partir de esa edad, el deseo maternal de las mujeres es menor ahora que entonces, pero, dado que las jóvenes son las que van a decidir en el futuro, parece adecuado pensar que quizá terminen por tener más hijos que las que ahora optan por la maternidad.
 
 

Los deseos y la realidad
 
 

La esperanza de un posible aumento de la natalidad se basa también en las respuestas ofrecidas por las mujeres sin hijos. En este supuesto, el INE no ofreció ayer tablas comparativas con 1985, pero indicó, siempre hablando de medias, que las mujeres de 15 a 19 años declaran querer tener 1,68 hijos; las de 20 a 24 años dicen desear 1,8 hijos; las de 25 a 29 años, 1,79, y, por último, las que tienen de 30 a 34 años, que son hoy las que suelen decidir tener su primer hijo, dicen desear 1,74 descendientes.
 
 

El análisis final de esta encuesta, que el INE no tendrá elaborado hasta dentro de tres o cuatro meses, desvelará por qué hay tanta diferencia entre los deseos y la realidad. Según la encuesta de 1985, como explicaron ayer las demógrafas del INE Florentina Álvarez y Margarita Cantalapiedra, la razón que la mayoría de la población esgrime para no tener tantos hijos es siempre económica.
 
 

Sin embargo, la razón monetaria es sumamente subjetiva. "La percepción del bienestar social suficiente para criar hijos ha cambiado", explica Teresa Castro. "Sería interesante hacer un estudio comparativo generacional. Pero, en todo caso, las razones de los españoles más jóvenes, con tanta precariedad laboral, parecen más que objetivas". 

Aumenta el uso de métodos anticonceptivos seguros 

G.C, Madrid 
Un 72% de las españolas ha utilizado alguna vez métodos anticonceptivos. Este porcentaje supone un aumento respecto a la anterior encuesta del INE de las mismas características en 1985. En aquel año, sólo un 67% de las mujeres dijo utilizar algún sistema. La mejora no es sólo cuantitativa; también cualitativa. En 1985 se registraba un 14% de utilización de métodos considerados como ineficaces por la Organización Mundial de la Salud, mientras que ahora este hecho se da sólo en un 1,5% de los casos. Sin embargo, un dato escalofriante es el que confirma que, de las 423.000 adolescentes que tienen cónyuge, pareja estable o relaciones ocasionales, sólo la mitad utiliza métodos anticonceptivos.
 
 

El método anticonceptivo que más se utiliza en España sigue siendo el preservativo. Lo utilizan el 42% de las mujeres de 15 a 49 años. Un 20% emplea la píldora, que es el sistema considerado como más seguro. Le siguen la ligadura de trompas, la vasectomía, el coito interrumpido y el DIU. El menor porcentaje corresponde a la píldora del día siguiente, que utilizó sólo un 0,10% de las mujeres.
 
 

Y, finalmente, el 3% de las españolas utiliza el infalible método de la abstinencia. 

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