![]() Miércoles 16 febrero 2000 - Nº 1384 |
CULTURA
![]() |
||||||||
Almodóvar
entra en la recta final de los 'oscars' con una mezcla de alegría
y cautela
Hollywood selecciona 'Todo sobre mi madre' entre las candidatas a la mejor película extranjera ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS, Madrid
Almodóvar volverá a Los Ángeles a principios del
próximo mes para asistir a una retrospectiva que ha organizado la
filmoteca de la ciudad californiana sobre su obra y para luchar -por segunda
vez en su carrrera- por la codiciada estatuilla a la que ya se acercó
hace once años con Mujeres al borde de un ataque de nervios.
"Si no me lo dan, que nadie se preocupe. No saben lo bien que encajo que
no me den un Oscar."
Acompañado por su hermano y productor, Agustín, el cineasta
se reunió ayer con periodistas españoles y extranjeros tres
horas después de conocer la noticia de que Todo sobre mi madre
es una de las cinco candidatas al Oscar a la mejor película en lengua
no inglesa. La posibilidad de entrar en más candidaturas (ambición
por la que apostó la distribuidora de la película en EE UU,
Sonny Classics) quedó desterrada pocos minutos después de
que el actor Dustin Hoffman y el presidente de la Academia de Hollywood,
Robert Rehme, dieran a conocer en una rapidísima lectura los aspirantes
a los Oscar. "Esperaba más candidaturas y no esperaba ninguna",
afirmó Almodóvar sobre los resultados finales.
Las otras
"Ahora sólo puedo decir que por fin somos candidatos y que eso
significa que puede ganar cualquiera de las cinco películas elegidas",
continuó un cauto Almodóvar. El director aseguró que
no ha visto ni la película nepalí Caravan, ni la sueca
Bajo
el sol, ni la galesa Solomon and Gaenor ("que yo creo que sólo
la han visto su director y sus actores", apostilló), ni la francesa
La vida prometida. "El año de Cyrano nadie dudó ni
un minuto que era la ganadora. No ganó. Ocurrió lo mismo
con Adios muchachos. Era la absoluta favorita y tampoco ganó.
Así que nunca se sabe. Mi película es la favorita, la que
sale con más posibilidades, pero nada más".
"Para votar", agregó, "los académicos no sólo tienen
que ver las cinco, sino demostrar que las han visto, y luego votar. Por
eso ahora se crea una situación un poco absurda. Y es que nosotros
incluso organizaremos proyecciones de las otras candidatas para que las
vea el mayor número de académicos, y así voten. Yo,
que votaré, todavía no he visto ninguna".
Almodóvar practicó ayer su inglés con los corresponsales
extranjeros en Madrid, a quienes reconoció que su disparatado discurso
al recibir el Globo de Oro el pasado mes de enero es "el mayor éxito"
que ha tenido en EE UU: "Estaba frenético, fuera de mí. Y
cuando estoy así me lanzo sin red. Para los Oscar, reconozco que
me lo prepararé un poco más, pero no mucho. No sé
qué cara podría poner a Jack Nicholson ni la gracia que podría
decirle. Me resulta un poco ridículo ensayar todo esto delante de
un espejo". El director confesó que cuando escuche en la noche del
26 de marzo el título de su película entre las otras cuatro
no dudará en "vender por un segundo" su alma al diablo para así
llevarse la estatuilla. "Yo siempre quiero ganar". Sobre quién de
su equipo le acompañará a Hollywood, añadió:
"Todos los que quieran".
Real y emocionante
Todo sobre mi madre, una película cuyo esqueleto argumental nació hace dos años, durante unas vacaciones de Almodóvar en la casa de Caetano Veloso en Bahía, ha recaudado hasta ahora en todo en el mundo ocho mil millones de pesetas, y sólo en España, Francia e Italia la han visto más de seis millones de espectadores. "Sabía desde el principio que ésta era una película poderosa, pero poco más. Si cuentas el argumento te dirán que es un disparate. Un sainete desenfrenado. Mi reto era mostrar que eso era algo real y emocionante. Como si le hubiera ocurrido a una vecina". Cuando ayer alguien le preguntó si cree que es su mejor película, el cineasta, en silencio por un momento, contestó: "Pues la verdad es que no sé si es la mejor. Con esta película todavía necesito distancia". Á. S. HARGUINDEY, Madrid
"He visto a tanta gente hundirse al no conseguir lo que, según
todos, estaba hecho, que no quería repetir errores ajenos". Estaba
feliz y pensando en todo lo que le queda por delante hasta la noche del
26 de marzo. 550 medios de comunicación acreditados para cubrir
la información de ayer justifican cualquier esfuerzo.
Agustín, su hermano y productor, comentaba la conveniencia de
fichar una empresa de relaciones públicas estadounidense para el
último tramo de la larga marcha. Le llaman de The New York Times.
Elena Benarroch pasa un momento para darle un beso. A las seis tiene convocada
la rueda de prensa. Pica un poco de queso y chorizo; mira en las páginas
de Internet la lista completa de las candidaturas. "Me encanta que esté
Richard Farnsworth, el protagonista de Una historia verdadera, de
David Lynch. Es buenísimo", comenta Almodóvar. Los estadounidenses
valoran la interpretación pero, sobre todo, la taquilla: Todo
sobre mi madre llevaba recaudados hasta ayer, según la imprescindible
página web de Variety,
más de 5,1 millones de dólares. El filme de Lynch, por ejemplo,
apenas supera el millón.
"Lo tremendo de todo esto es que nada puede igualar el concepto de espectáculo
que tienen. Pensar que a las cinco y media de la madrugada está
Dustin Hoffman en un escenario porque es la mejor hora para los informativos
de la costa Este y para Europa, eso es algo que lo tienen totalmente asumido.
Los oscars son, sobre todo, una plataforma de lanzamiento única,
imposible de comparar con nada".
Más llamadas internacionales y nacionales, más queso y chorizo. El cava... Almodóvar, en la cresta de la ola. Una locura que podrán comprobar a partir del domingo 27 de febrero, cuando EL País Semanal inicie la publicación de su Diario de campaña, las notas que, recuperando a la inolvidable cronista Patty Diphusa, tomó en su gira estadounidense de recogidas de premios. Una visión lúcida y divertida del imperio y sus gentes: desde Robert de Niro o Wynona Ryder hasta el mismísimo presidente Clinton. |
© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid |