![]() Martes 11 abril 2000 - Nº 1439 |
INTERNACIONAL
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El recuento
oficial da una clara victoria a Fujimori y refuerza las sospechas de fraude
Escrutado el 55% de los votos, el presidente de Perú roza la reelección con el 49,6% FRANCESC RELEA / ENVIADO ESPECIAL, Lima
Los diez puntos entre los dos principales candidatos contrastan con
el recuento rápido ofrecido a partir de las siete de la tarde del
domingo (hora peruana) por los encuestadores y por la organización
Transparencia. Con los datos oficiales provisionales disponibles, hay grandes
posibilidades de que los comicios queden sentenciados en una sola vuelta.
Santiago Pedraglio, columnista del diario Gestión y analista
político, subraya a este diario los temores de fraude. "En un contexto
de desconfianza como el que hemos tenido durante la campaña y tenemos
todavía, en el que más de la mitad de la población
desconfía de los organismos electorales, la demora de la ONPE en
facilitar resultados oficiales abona la sospecha de que se está
preparando un triunfo irregular de Fujimori en la primera vuelta". Es posible
que los encuestadores se equivocaran en sus pronósticos en los sondeos
a pie de urna, señala, pero su primera hipótesis "es que
traten de llevar a Fujimori por encima del 50%, lentamente, a base de facilitar
los datos con cuentagotas, y siempre y cuando lo permita el contexto interno
e internacional".
José Portillo, jefe de la ONPE, quiso despejar las numerosas
dudas y sospechas tras anunciar que Fujimori está muy cerca de la
reelección. Y trató, sin éxito, de vencer el escepticismo
reinante entre la prensa. "Hemos realizado nuestro trabajo profesionalmente.
El recuento rápido no se realizó a solicitud de las agrupaciones
políticas y los observadores internacionales. Los objetivos han
sido la seguridad de la información y la transparencia", dijo. "Ustedes
son mis ojos y mis oídos. La verdad nos hará libres", sentenció.
Portillo ha estado en el ojo del huracán en la recta final de
la campaña electoral, a raíz de la denuncia del diario El
Comercio de la supuesta falsificación de un millón de
firmas para la candidatura de Fujimori. La ONPE desvió el tema a
la Fiscalía, cuya investigación se demorará hasta
después de las elecciones. "¿La ONPE? ¿Existe la ONPE?",
pregunta no sin ironía una joven limeña. El jefe de la oficina
electoral ha repetido durante toda la campaña que contaba con un
excelente servicio informático, puesto en duda por los observadores
de la OEA y por Transparencia, que aseguran que el sistema de recuento
peruano es opaco y no permite ser revisado por los organismos de observación.
El jefe de la ONPE anunció después del cierre de los colegios
electorales que a las 10 de la noche del domingo, hora local, facilitaría
resultados con el 25% del escrutinio; luego habló del 30%. Ni lo
uno ni lo otro. Se limitó a dar cifras sueltas de mesas dispersas.
Convocó a los periodistas para las 10 de la mañana de ayer
y el plantón se prolongó hasta la 1 de la tarde. Todo un
ejemplo de eficacia para una organización que presume de contar
con un sofisticado sistema electrónico-informático de recuento.
En la calle, varios cientos de seguidores de Toledo se manifestaron por el centro de Lima y llegaron hasta el palacio de Gobierno para protestar contra el presumible fraude. Fueron dispersados sin mayores incidencias. Los medios de comunicación oficialistas han criticado con dureza al candidato opositor, a quien acusan de grave irresponsabilidad por convocar a sus seguidores a manifestarse frente el palacio de Gobierno cuando todavía no había datos oficiales. "Toledo quizá se precipitó al proclamarse ganador prematuramente, pero no tenía otra opción cuando salió a la calle y condujo a su gente hasta la plaza de Armas. Evitó la violencia", dice Santiago Pedraglio. F. R, Lima
El presidente Alberto Fujimori callaba. Como callaban también
los canales de televisión abierta leales al Gobierno. Los manifestantes
en el centro de Lima llegaban a 50.000, pero la televisión oficialista
emitía películas. Eran los mismos canales de televisión
que tres días antes habían transmitido en bloque y en directo
el maratoniano mitin de cierre de campaña de Fujimori, en el mismo
paseo de la República.
Cuando pasadas las siete de la tarde, las empresas encuestadoras empezaron
a dar los primeros resultados del llamado recuento rápido que favorecía
a Fujimori, sus canales de televisión se conectaron nuevamente
con la realidad y empezaron a vomitar las cifras que daban la vuelta a
la tortilla. Toledo compareció ante la multitud arropado por el
resto de los candidatos de oposición. Todos denunciaron el fraude
monumental que birlaba el triunfo al ganador de los comicios. Fujimori
seguía mudo, aunque desde su candidatura anunciaban una conferencia
de prensa para las 23.30.
Ausencia de datos
En su primera declaración oficial, la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE) sólo acertó a dar el resultado de un puñado
de mesas que apenas representaba el 3%. Habían transcurrido más
de siete horas desde el cierre de los colegios electorales. El jefe de
la ONPE añadió que no habría más datos oficiales
hasta el día siguiente.
Toledo llamó a sus seguidores a marchar hacia la plaza de Armas, donde se encuentra la sede del Palacio de Gobierno. Fujimori suspendió la conferencia de prensa anunciada, mientras reforzaba la vigilancia policial. Los dirigentes de la oposición encabezaron la manifestación. "¡Aquí, allá, el miedo se acabó!", "¡Insurgencia popular!", los gritos fueron acallados por nubes de gases lacrimógenos lanzados por los efectivos apostados en la antigua casa de Pizarro. Un equipo de América Televisión sufrió las iras de los manifestantes. Una de las bombas de humo cayó muy cerca de Toledo, que hizo su entrada en la plaza a hombros y los seguidores empezaron a abandonar la plaza en la noche más larga. Un triste punto final a una jornada que pasó de la alegría a la frustración. La encuestadora Datum admite que un 15% de los peruanos se negaron a
revelar su voto a la salida de los colegios. Las tres empresas que publicaron
los sondeos a pie de urna dieron vencedor en esta primera vuelta a Toledo.
Cuatro horas más tarde, las tres empresas y Transparencia (la observadora
electoral peruana) dieron a conocer los datos del conteo rápido.
El resultado tenía ocho inexplicables puntos de diferencia respecto
con las primeras y una inversión perfecta de la tendencia: Fujimori
superaba en votos a Toledo.
El director de Datum, Manuel Torrado, explica la razón: las encuestas
a pie de urna deben tomarse con precaución porque tienen un mayor
margen de error debido a la posible ocultación del voto. En cambio,
el llamado conteo rápido es más fiable porque se efectúa
sobre papeletas, con margen de error de entre el 0,7% y el 0,2%.
¿Qué sucedió en esas cuatro horas? ¿Un simple
error estadístico? Enrique Bernales, ex senador y funcionario de
la ONU, sostiene que resulta muy difícil de creer que se trate de
un simple error estadístico, puesto que la diferencia entre unas
y otras significa que 850.000 ciudadanos mintieron a pie de urna al declarar
un voto a Toledo tras haber apoyado en realidad al presidente.
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