EE UU desoye la
presión anticastrista y autoriza el regreso del niño 'balsero'
a Cuba
El Servicio de Inmigración estadounidense concluye que Elián
González "pertenece a su padre"
JAVIER VALENZUELA, Washington
El Gobierno de Estados Unidos, desoyendo los clamores de la airada
comunidad cubana en el exilio, decidió ayer que el padre de Elián
González tiene derecho a asumir la custodia de este niño
de seis años que fue rescatado en noviembre en las costas de Florida.
La decisión precisa que Elián debería reunirse con
su padre en Cuba antes del próximo día 14. Pero los detalles
sobre cuándo y cómo se materializará la entrega del
niño balsero seguían siendo un misterio, dada la existencia
de acciones legales para lograr que Elián se quede con sus familiares
exiliados en Miami.
Elián acude al colegio de Miami en el
que estudia desde el lunes (Reuters).
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"Este niño, que ha sufrido tanto, pertenece a su padre", sentenció
ayer en una conferencia de prensa celebrada en Washington Doris Meissner,
directora del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS)
de Estados Unidos. Este organismo norteamericano, haciendo oídos
sordos al vocerío levantado en Cuba y Miami, ha estudiado a fondo
el caso Elián en las últimas semanas.
Antes de adoptar cualquier decisión, funcionarios del INS se
han entrevistado en dos ocasiones en La Habana con Juan Miguel González,
el padre del Elián, para confirmar su identidad, su paternidad y
su deseo de recuperar al niño. También se han reunido con
los familiares del pequeño en Miami, que lo han albergado desde
su rescate frente a las costas de Florida, tras el naufragio de la balsa
en la que su madre -muerta en el suceso- lo embarcó para huir de
Cuba.
Pruebas irrefutables
"No existe la menor duda de que Juan Miguel González es el padre",
dijo ayer Meissner. Juan Miguel González, añadió la
directora de la agencia estadounidense, "ha mantenido una relación
constante y estrecha con su hijo", pese a estar divorciado de la madre.
El padre ha ofrecido a los funcionarios de Inmigración norteamericanos
que le han entrevistado en La Habana "detalles concretos e irrefutables"
para apoyar su reclamación de que le sea atribuida la custodia del
pequeño y, por lo tanto, que éste vuelva a la isla.
EE UU preferiría que Juan Miguel González se personara
físicamente en Miami para hacerse cargo de Elián. El pasado
fin de semana, los enviados del Gobierno norteamericano a La Habana pidieron
a las autoridades castristas que le concedieran un visado de salida, para
que pudiera recoger a su hijo en Miami y devolverle, si ése es su
deseo, a Cuba.
Pero en ningún caso, Washington discute que Juan Miguel González,
y sólo él, tiene la patria potestad para decidir dónde
debe vivir el pequeño. En sus conversaciones con los funcionarios
del INS, declaró ayer Meissner, Juan Miguel González "dejó
claro que quería que Elián volviera con él lo antes
posible". Los funcionarios, precisó Meissner, quedaron convencidos
de que Juan Miguel González "está expresando sus verdaderos
deseos". Algo que contradice las declaraciones de los familiares de Elián
en Miami, quienes han reiterado su temor a que González esté
siendo manipulado por el Gobierno de Fidel Castro.
Juan Miguel González ha manifestado en los últimas días
que no quiere viajar a Miami para recuperar al niño. Aludiendo al
clima político creado en la metrópolis de Florida por los
elementos extremistas del exilio cubano, González declaró
el lunes en La Habana a la televisión estadounidense CNN: "Querrán
someterme a presiones, pueden incluso intentar secuestrarme o matarme".
Temor o presiones
Las autoridades norteamericanas eran ayer incapaces de determinar si
esta actitud del padre obedece a presiones del régimen castrista,
temeroso de que Juan Miguel González se quede en EE UU en caso de
viajar a este país. Pero Ricardo Alarcón, presidente de la
Asamblea Nacional de Cuba, declaró el martes que Cuba no se opondrá
a que el padre viaje a EEUU.
Elián González, que el martes comenzó a acudir
a una escuela privada del barrio de la Pequeña Habana, en Miami,
seguía ayer en el hogar de sus familiares exiliados. Al conocer
la decisión del INS, estos familiares, encabezados por Lázaro
González, tío paterno, iniciaron una acción legal
para paralizar el proceso de entrega del pequeño a su padre. De
hecho, los abogados de los familiares de Elián ya habían
planteado la petición de asilo político para el niño.
En un primer momento, el INS concedió un permiso temporal de residencia
a Elián, hasta que se resolvieran las dudas legales sobre la custodia.
Pero la decisión del INS conocida ayer es clara. El padre del
niño, trabajador en un hotel cubano, "detenta la única autoridad
legal para hablar en nombre de Elián", dijo Meissner. Elián
González fue encontrado flotando en un neumático frente a
las costas de Florida, después de que su madre y otras diez personas
hubieran muerto al naufragar la balsa con la que intentaban huir de Cuba.
Una de las personas que fallecieron en el naufragio era el hombre con
el que la madre de Elián, divorciada de Juan Miguel González,
había rehecho su vida. El hallazgo de Elián se produjo el
25 de noviembre, cuando EE UU celebraba el Día de Acción
de Gracias.
Joan Brown Campbell, del Consejo Nacional de las Iglesias de EEUU, aplaudió
ayer la decisión de su Gobierno de conceder al padre la patria potestad
del niño balsero, Campbell, que ayer viajó desde La
Habana a Nueva York, informó de que Juan González y sus cuatro
abuelos habían cenado recientemente con Castro en la capital cubana.
Esa actitud ya le costaba ayer al Gobierno norteamericano un auténtico
alzamiento de los sectores radicales del exilio cubano en Florida. Esos
sectores han convertido a Elián en un héroe anticastrista,
colmándolo de regalos, haciéndole visitar los parques de
Disney en Orlando y escolarizándolo, desde el martes, en Miami.
El principal argumento de estos grupos es que la madre de Elián,
que se ocupaba de él tras el divorcio, expresó de modo claro
con su trágica huida de Cuba la voluntad de que el niño viviera
en un país democrático.
Castro, por su parte, optó por melodramatizar el problema. Con
gran habilidad, obvió la tragedia del intento de huir de la isla
de la madre y su hijo y presentó el asunto como el "secuestro" por
EE UU de un niño cubano. Autoridades cubanas aseguraron que el caso
Elián podía poner en peligro los acuerdos sobre inmigración
establecidos por Washington y La Habana tras el éxodo de unos 30.000
balseros de 1994. Esos acuerdos han puesto cierto coto a la escapada masiva
de cubanos, convertida en un serio problema humanitario y migratorio para
las autoridades norteamericanas.
Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, también
sugirió la posible cancelación de las conversaciones semestrales
entre Cuba y EE UU. "¿Cómo pueden celebrarse esos encuentros
si Elián sigue secuestrado?", se preguntó.
Washington se atiene a las leyes
para no politizar el caso
J.V, Washington
Bill Clinton lo dejó claro desde el primer momento: Washington
no entraría al trapo tendido por Fidel Castro desde La Habana y
el exilio cubano en Miami y no politizaría el caso Elián.
El 8 de diciembre, Clinton adelantó que la decisión de su
Gobierno relativa al niño balsero se atendría estrictamente
a las leyes sobre inmigración y familia de Estados Unidos.
En las últimas semanas, el Gobierno cubano ha orquestado grandes
manifestaciones en Cuba para pedir el regreso del niño, intentando
convertir el caso en un nuevo enfrentamiento nacionalista con EE UU. Pero
Washington ha mantenido la cabeza fría y se ha atenido al principio
universal que establece que, en caso de muerte o incapacidad de uno de
los padres, la custodia de un menor corresponde al superviviente.
"Nuestra decisión ha sido adoptada en base a los hechos y la
ley", declaró ayer Doris Meissner, directora del Servicio de Inmigración
y Naturalización (INS). "La reunificación familiar", añadió,
"ha sido desde siempre una piedra angular de las prácticas de Estados
Unidos y sus leyes sobre inmigración". Meissner informó de
que el INS garantizará el regreso de Elián a Cuba, puesto
que ése es el deseo del padre.
Esa decisión provocó ayer el alzamiento del ala radical
del exilio cubano, pero había sido anticipada por el propio Clinton.
En sus comentarios sobre el caso, el 8 de diciembre, Clinton, preguntado
sobre la reclamación de patria potestad del cubano Juan Miguel González,
señaló: "Creo que todos los padres pueden simpatizar con
esa demanda".
Presiones del exilio
Los tambores de guerra agitados en Miami por los anticastristas se escucharon
ayer también en Washington. Robert Menéndez, congresista
demócrata por New Jersey de origen cubano, protestó vivamente
en CNN por la decisión del INS. "Deberíamos haber decidido
qué es lo mejor para el hijo, con independencia de la paternidad
biológica de Juan González", dijo.
Menéndez denunció que González es, "como todos
los residentes en la isla", "un rehén de la tiranía castrista",
por lo que el Gobierno norteamericano no debería haber prestado
atención a su reivindicación de recuperar a su hijo. Esta
reivindicación, sugirió el congresista demócrata,
le fue impuesta por el régimen castrista. La mezcla de elementos
emocionales y tribalismos políticos cubanos seguirá dominando
durante semanas el destino de Elián. Pero Washington, adelantó
ayer Meissner, va a seguir aplicando el criterio establecido por Clinton
de "mantener alejada la política lo más posible" de este
asunto. |