EE UU duplica su ayuda a la "nueva" Colombia de Pastrana
RENWICK MCLEAN,
Washington
La "nueva era" en las relaciones entre EE UU y Colombia produjo ayer su primer resultado concreto. Durante su primera visita de Estado a Washington, el nuevo presidente colombiano, Andrés Pastrana, firmó una alianza antidrogas con el presidente estadounidense, Bill Clinton, que compromete a los dos países a cooperar en la lucha contra el narcotráfico y el consumo de drogas. Acto seguido, se anunció que Washington duplicará la ayuda económica que venía prestando a Colombia.
"La lucha contra las drogas es nuestra responsabilidad conjunta", dijo Clinton en una conferencia de prensa, después de una reunión con Pastrana en la Casa Blanca. "Nos debería unir, en vez de dividir," añadió Clinton.
La elección de Pastrana, el verano pasado, ha creado un ambiente de cooperación y optimismo en las relaciones entre las dos naciones, según afirmaron ambos presidentes. "El pueblo colombiano ha inaugurado no sólo un nuevo presidente, sino un nuevo espíritu de esperanza", declaró Clinton.
Además del acuerdo suscrito, Clinton también dio a conocer que Estados Unidos entregará 280 millones de dólares (unos 42.000 millones de pesetas) a Colombia para ayudar en la lucha antidroga y para el desarrollo económico. Esa cifra duplica la ayuda financiera que Washington autorizó para Colombia el año pasado, y es más de lo que recibe de EE UU cualquier otro país del mundo, salvo Israel y Egipto.
El presidente norteamericano hizo hincapié en la ayuda financiera y en el apoyo estadounidense al proceso de paz delineado por Pastrana, y así acató los deseos del presidente colombiano, enunciados antes de llegar a Washington, de evitar que la visita sea "una cumbre de drogas".
Lograr la paz
La prioridad de Pastrana ahora es lograr la paz en la guerra civil larvada que ha costado la vida a unos 35.000 colombianos en los últimos diez años. El presidente colombiano había expresado dudas sobre la viabilidad de combinar esta meta con una campaña simultánea contra el narcotráfico. Pero ayer afirmó que los dos objetivos pueden ser compatibles: "El único tratado de paz que puedo aceptar es uno que fortalezca nuestra capacidad de eliminar la producción de cocaína de Colombia".
Clinton elogió los esfuerzos realizados por Pastrana para establecer la paz, pero enfatizó que quiere saber el paradero de los norteamericanos secuestrados en Colombia.
Los elogios de Clinton a Pastrana contrastan con el tratamiento que recibió su antecesor, Ernesto Samper. El Gobierno de Clinton, convencido de las conexiones entre Samper y los narcotraficantes, mantuvo una relación fría con Colombia durante su mandato, caracterizado por las sanciones y la decisión de prohibir a Samper la entrada en EE UU.
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