18 emigrantes ecuatorianos mueren ahogados en Nicaragua cuando trataban de llegar a EE UU
El embajador de Ecuador relaciona a los ilegales con 'El Niño'
PACO GÓMEZ NADAL,
Managua
6.000 dólares. Ese era el precio del pasaje ilegal a los Estados Unidos que pagaron los 18 ecuatorianos que dejaron su vida el pasado viernes en Nicaragua. La lancha en la que eran trasladados por los coyotes (traficantes de ilegales) no resistió ni la sobrecarga ni las olas del lago Cocibolca. De los 18 inmigrantes sólo uno sabía nadar y sólo él se salvó. Las autoridades nicaragüenses han recuperado hasta el momento 12 cadáveres en estado de putrefacción, siguen desaparecidos cinco ecuatorianos y los dos nicaragüenses que conducían la lancha.
Juan Macao Cárdenas, de 21 años, dejó San Fernando, su pueblo natal en la provincia ecuatoriana de Azuay, hace varios días. Allí pagó 3.000 dólares (el 50% del pasaje) para garantizar que los traficantes ilegales lo llevaran a Estados Unidos. El trato era que al llegar a Nueva York pagaría el resto. Voló hasta Panamá donde pasó dos días a que un contacto costarricense lo ayudara a pasar la frontera por un punto sin control policial. La operación se repitió en la madrugada del pasado viernes cuando, en compañía de otros 17 compatriotas, pasó a Nicaragua por uno de los 20 puntos ciegos de la frontera costarricense. A las seis de la tarde de ese mismo viernes montaron a una pequeña panga (lancha) motorizada.
El sueño americano se acabó a los 45 minutos. El oleaje tumbó la panga y los inmigrantes comenzaron a perderse en las profundidades del Gran Lago . Juan Macao sí sabía nadar y se aferró a un barril de plástico. Trató de ayudar a una compañera Olga Guartacana, de 20 años, pero las olas se la arrancaron y el lago la engulló. «Vi como se ahogó sin que yo pudiera hacer nada».
La Policía y los bomberos siguen buscando los cuerpos de los desaparecidos pero la falta de medios y la espesa nube de humo que cubre el lago, fruto de las quemas indiscriminadas que realizan los campesinos de cara a la siembra, hacen muy difícil la tarea.
Ahora, el futuro de este ebanista de San Fernando ha cambiado drásticamente. Será juzgado y deportado a Ecuador. Algo similar le ocurre a los 80 ecuatorianos que la Dirección General de Migración y Extranjería de Nicaragua detiene cada mes, según el embajador de su país en Nicaragua, Hernán Holguín.
De hecho, 24 horas después de que los 18 ecuatorianos naufragaran, la Policía Nacional de tuvo en Ochomogo, en el departamento nicaragüense de Rivas, a otros 17 indocumentados de Ecuador. Entre ellos, Julia Jara, una mujer de 42 años embarazada de ocho meses y con el cuerpo dolorido por el viaje a través de caminos fronterizos. En su país quedaron otros cinco hijos a cargo de algún familiar.
En lo que va de 1998 la Policía ha detenido a 435 indocumentados de diferentes nacionalidades, la mayoría ecuatorianos (200) y muchos peruanos (88).
El embajador de Ecuador ante el Gobierno de Managua, Hernán Holguín considera que este volumen de emigrantes de su país se debe a los estragos del fenómeno climatológico de El Niño que han aumentado aún más los índices de pobreza rural. Al mismo tiempo denunció la existencia de redes de tráfico de indocumentados en toda Latinoamérica.«Son peores que los narcotraficantes. Son inhumanos porque trafican con vidas humanas sin importarles las consecuencias».
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