Auge del teatro hispano en Nueva York
El colombiano John Leguizamo triunfa con un monólogo autobiográfico
JUAN CAVESTANY,
Nueva York
El reciente fracaso comercial de The Capeman, el ambicioso musical latino de Paul Simon en Broadway, no ha podido empañar el gran momento de la actividad teatral hispana en Nueva York. El respaldo que tuvo esa obra entre los hispanohablantes pese a la crítica, junto al arrollador éxito de la nueva comedia Freak, del actor colombiano John Leguizamo, señalan a los empresarios del teatro que los tres millones de hispanos en Nueva York son un mercado ansioso de llenar salas. Además, un puñado de compañías menores cumplen ahora 30 años de actividad.
![]() dos miembros del reparto de The Capeman. |
A sus 33 años, este actor culmina con Freak su retrato de la experiencia latina, una visión feroz y entrañable de la comunidad que eleva a los hispanos a una esfera de madurez y superación del tópico capaz de cautivar por fin a la mayoría anglohablante.
Freak se programó por tiempo limitado en Broadway, pero su éxito obligó a prorrogarla hasta julio. A escasas manzanas, lleva ya más de un año el musical Forever Tango, propuesta hipercomercial que pese a su enfoque turístico se considera muy importante para la presencia hispana en los grandes circuitos.
Desconexión
En cuanto a The Capeman, los hispanos no dejan de lamentar su temprana retirada, en enero, tras sólo dos meses en cartel. «Era una adaptación afortunada, muy válida artísticamente y digna del apoyo del pueblo latino», asegura Miriam Colón, actriz y directora artística del Teatro Rodante Puertorriqueño, una de las instituciones más veteranas de la comunidad.
Según portavoces de esa comunidad, como el periódico El Diario, las grandes firmas de la crítica neoyorquina están completamente desconectadas de la realidad hispana de la ciudad. Colón añade que, aunque recomienden una obra de su compañía, la falta de medios económicos en ese circuito hace difícil la promoción.
Sin embargo, el teatro hispano sobrevive no sólo gracias a los grandes éxitos esporádicos de los escenarios de Broadway como el que representa ahora Leguizamo, sino a una creciente estructura de medios de comunicación en español en la ciudad: periódicos y revistas, editoriales de libros con enorme presencia, cadenas de televisión de tanta audiencia como las americanas, casas de discos de actividad imparable y una oferta musical en directo ampliamente reconocida.
«Hay un público hispano, pero no está centralizado, vive en las cuatro esquinas de la ciudad y es muy difícil llegar a todos», indica Colón. «En los años sesenta eran sobre todo de Puerto Rico, pero ahora hay tal diversidad de nacionalidades que es imposible. Nuestra misión es educativa, para jóvenes que han abandonado el español, que se han cambiado el nombre de Ramón por Ray, para que vean que hay una gran riqueza de su idioma. Nunca haremos obras de Sam Shepard o de Shakespeare, eso ya lo hacen otros».
Los actores hispanohablantes en Nueva York sobreviven gracias al doblaje de anuncios en español, apariciones esporádicas en televisión o el salto ocasional a Hollywood, y sobre todo cuentan con una plataforma de formación repartida en una docena de grupos de teatro veteranos como el Repertorio Español, La Tea, Thalia o Intar.
Muchas de las compañías hispanas en Nueva York representan sus obras un día en español y otro en inglés, para llegar a más público, y cubren desde el teatro clásico español de Calderón de la Barca hasta textos contemporáneos de busca de la identidad política y cultural latina en EE UU y de narración de los avatares de esta comunidad en las grandes urbes americanas; desde los enfoques académicos hasta las formas de vanguardia y fusión de compañías como el Teatro Círculo o el Nuyorican Poets Café.
El director español Ángel Gil Orrios, que dirige otra de las compañías con más historia de la comunidad latina en Estados Unidos, IATI, explica que «el teatro hispano en Nueva York ha sobrevivido 30 años, pero con sacrificios. Se nutre de subvenciones y de un público universitario, no tiene un enfoque comercial. Ahora bien, hay una gran cantidad de talento y de inquietud, haces una audición y se te presentan cien actores bilingües».
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