La independiente Noemí Sanín queda en tercer lugar, pero su apoyo será decisivo
J. J. AZNÁREZ / ENVIADO ESPECIAL,
Bogotá
Nadie consiguió la mayoría absoluta en la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas, y la jefatura de gobierno deberá disputarse en la segunda, el 21 de junio, entre los dos candidatos con mayor número de votos, prácticamente empatados: Horacio Serpa, aspirante del oficialista Partido Liberal, y Andrés Pastrana, del Partido Conservador. La candidata independiente, Noemí Sanín, quedó ayer en tercer lugar, pero arrasó en Bogotá e irrumpe en la escena política nacional con un capital político que puede se determinante en la designación del nuevo presidente de Colombia en la segunda ronda.
![]() en un colegio electoral de Bogotá (AP). |
Las maquinarias electorales de los dos partidos funcionaron, pero Noemí Sanín, sin ellas, restó votos a Pastrana, y la mayoría de la militancia liberal se mantuvo fiel al hombre del partido. La revelación femenina ganó en Bogotá por amplísimo margen. Con el 96% escrutado, agrupó 765.861 votos, el 41,57% del total, Serpa, 516.184, el 28%, Pastrana, 479.109, 26%, y el general Bedoya, 45.735 votos, el 2,4%.
La jornadas electoral fue perturbada por choques aislados entre la guerrilla y el Ejército, la bomba hecha estallar al paso de una tanqueta policial en el puerto petrolero de Barrancabermeja, con tres civiles muertos, el secuestro de una periodista en Medellín, y la quema de urnas y papeletas en varios colegios.
Definitivamente, Noemí Sanín alteró el tradicional reparto de sufragios entre liberales y conservadores, y acarició un triunfo de mayor calado.
La afluencia fue alta, más del 50%, entre los 20 millones de personas con derecho al voto en una consulta interpretada también como una suerte de referéndum sobre el gobierno del liberal Ernesto Samper, acosado desde el día de la investidura por la crisis política derivada de la entrada de seis millones de dólares del cartel de Cali en su campaña, en 1994.
Portavoces de Sanín evitaron pronunciarse sobre a quién apoyará su movimiento Opción de Vida en el segundo turno, insistiendo en la independencia de sus votantes, pero de atender las declaraciones de su esposo, Mario Rubio, el aspirante conservador tiene más posibilidades de ser el beneficiario de los más de 2,5 millones de votos obtenidos por la emergente política.
Sanín concibe la vida pública de manera «muy diferente», a Serpa, y también diverge de Pastrana «pero con diferencias que yo veo más tamizadas, menores», según un analista. «La votación de Noemí es anticontinuista, y por tanto apoyará a Pastrana», comentó otro.
La escalada de Noemí Sanín, que se proclamó independiente pese a su participación como ministra o embajadora en gobiernos de los partidos cuyo funcionamiento descalifica, animó la votación porque el éxito de su asalto a la histórica hegemonía liberal-conservadora no era previsible. Los colombianos fugados de la corrupción, oportunismo o ineficacia del rígido esquema bipartidista respaldaron a Sanín porque la percibieron diferente, innovadora, fresca.
La candidata, ministra de Comunicación durante el gobierno de Belisario Betancur, ministra de Asuntos Exteriores con César Gaviria y embajadora en Londres con Samper, insistió en su autonomía, en que ella no se casa con nadie y aplicará la meritocracia.
Enrique Santos Calderón, destacado editorialista del diario El Tiempo, aventuraba que si la consulta hubiera sido convocada dentro de una semana, Noemí Sanín sería presidenta de Colombia. La volatilidad del electorado antigobierno, el triunfalismo huidizo de Pastrana y las certeras cuñas propagandísticas de los asesores de Sanín de Rubio, que destacan y desprecian el griterío de liberales y conservadores, explican una parte de su ascenso.
El analista colombiano limita la solidez de su candidatura. «Ni hay los indicios verosímiles de que encarne un tercería perdurable, ni un proyecto sólido que distinga los esenciales valores políticos que han estado en juego en esta campaña», destaca Santos, que apoya a Pastrana. «Exhibe más elementos de exaltación personal, de mesianismo y caudillismo, que de la coherencia programática e ideológica que debería mostrar una propuesta tercerista de reconstrucción nacional».
Los colombianos residentes en Europa optan por Pastrana
W. M.,
Madrid
Los colombianos que viven en Europa quieren que su presidente sea Andrés Pastrana, quien fue ayer el más votado gracias a las dos circunscripciones más numerosas, España e Italia, que elevan hasta el 45% el apoyo obtenido por el conservador en la treintena de consulados colombianos existentes.
Sin embargo, por países, el liberal Horacio Serpa resulta preferido en Suecia y Hungría, y la independiente Noemí Sanín, en el Reino Unido, Suiza, Dinamarca y Bélgica.
El segundo candidato con más votación, de forma global en toda Europa, fue Sanín, con el 32% de los votos, mientras que el tercero fue Serpa, con el 17%. En total votaron cerca de 5.000 personas.
En España votaron 480 personas por Pastrana (45,7%), 336 por Sanín (32%) y 171 por Serpa (17%). En las ciudades españolas, el vencedor fue Pastrana, salvo en Barcelona, donde ganó Sanín.
Se confirmó así la tendencia inesperada que surgió desde hace un par de semanas y que mostraba a Sanín como aspirante a la segunda vuelta. Así fue en Europa, aunque no en Colombia, por lo que Sanín queda apeada de la carrera presidencial.
En el consulado de Madrid un ambiente de fiesta orquestado por la campaña de Pastrana animó la jornada electoral. Por allí pasaron el hermano del presidente, el periodista Daniel Samper, el columnista Antonio Caballero y el torero César Rincón.
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